El cinturón de seguridad me salvó. Verónica Piña Jarillo

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En un viaje en Acapulco, Javier, de 25 años, conducía un auto por el camino a la zona de playas de Barra Vieja, a donde se dirigía para comer acompañado por una amiga. Ambos llevaban abrochado el cinturón de seguridad. En un instante, sintieron el impacto contra un vehículo que intentaba rebasar a un camión.

Javier relata: “No recuerdo nada del momento del choque. Tuve lesiones graves y varias fracturas en tibia y peroné, derechos, tobillo izquierdo, costillas y mandíbula, además de un trauma craneoencefálico. Mi amiga sólo se dislocó el hombro. En el otro automóvil viajaban dos personas, una señora como de 70 años y su esposo. Ellos no traían puesto el cinturón y salieron expulsados por el parabrisas. La señora falleció en el lugar y su esposo murió al llegar al hospital”.

Sin importar la distancia a la que alguien se dirija ni la velocidad a la que vaya, el uso de este aditamento puede ser la gran diferencia entre la vida y la muerte en caso de un accidente automovilístico. Mauricio Romero Herrera, coordinador nacional de Cruz Roja Juventud, explica que: “En el momento de una detención inmediata y violenta, todo lo que está en el interior del auto se va a mover y si se presenta un choque contra un puente, un árbol o una camioneta, todo lo que está dentro del auto va a seguir su curso, a la misma velocidad. Entonces, si una persona no está sujeta a su asiento, va a salir volando por el parabrisas y el golpe contra el pavimento le provocará heridas graves e incluso la muerte”.

No lo dudes ¡úsalo!
Muchas veces, de manera equivocada se asocia el uso del cinturón de seguridad con el recorrido de viajes largos, por carretera, por lo que es importante hacer énfasis en su uso en todos los traslados, sin importar si son cortos y a baja velocidad.

Mauricio Romero Herrera revela un dato que no se puede perder de vista: “Una persona que no usa el cinturón dentro de un vehículo que se traslada a una velocidad de 60 kilómetros por hora y se detiene de repente, de manera brusca, saldría despedida por el parabrisas y sufriría un impacto en el pavimento, similar al de un individuo que experimentara una caída libre desde cuatro pisos de altura”.

En ese sentido, el Centro Nacional para la Prevención de Accidentes, CENAPRA, recomienda por medio de su página de Internet que los conductores deben ajustarse el cinturón de seguridad y cerciorarse de que los demás pasajeros también lo hagan, ya que el uso de este aditamento reduce la mortalidad en accidentes viales en un 50 por ciento, disminuye el riesgo de lesiones graves en un 45 por ciento y minimiza las posibilidades de hospitalización.

La vida de Javier cambió después del accidente. Sus heridas sanaron después de siete meses de recuperación, cuatro de los cuales los pasó en cama. Él se auxilió para su rehabilitación de una silla de ruedas, una andadera, unas muletas y finalmente, un bastón. Hoy, ha iniciado su propio negocio y se siente tranquilo: “Estoy vivo. Es lo que cuenta ahora. En ese accidente, la diferencia entre la vida y la muerte la marcó el uso del cinturón de seguridad”.

El empleo de los aditamentos de sujeción de un vehículo es indispensable para todos los ocupantes del mismo. Es responsabilidad de quienes utilizan el automóvil hacerlo con el interés de evitar accidentes que puedan provocar desde heridas leves hasta lesiones graves, discapacidad o muerte.

Más información:
www.cenapra.salud.gob.mx

Colaboración de Fundación Teletón México.
“Como te tratas, te ven”.
Bojorge@teleton.org.mx

Staff de Notiissa.mx

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