Circo, Marona y Teatro en el Segundo Informe Municipal

Por  |  0 Comentarios
Print Friendly, PDF & Email

“Una mentira repetida adecuadamente mil veces se convierte en una verdad”, así dice el dicho, que aplicado a la política a la función pública, es hacer creer a la sociedad que lo que dicen los gobernantes es verdad, y más cuando se alecciona a la mayoría de los amigos en algunos medios de comunicación sobre cómo y qué decir para convencer.

Tal es el caso del reciente informe de gobierno municipal de Javier Garfio, que exaltaba acciones sin precedente en su segundo año de gestión, y efectivamente su trabajo no tiene precedente –como se mencionaba en sus eslogans promocionales- pero porque ningún otro alcalde de administraciones recientes hizo tan poco como él, dicen los ciudadanos encuestados.

Sus “logros” son constatados por los chihuahuenses que aún carecen de servicios básicos como agua potable, electrificación, drenaje y pavimento, sobre este último ni qué decir.

Según los promocionales de la presidencia municipal la ciudad ya cambió porque Garfio la transformó; y sí ha cambiado, pero para mal: como nunca las calles de la ciudad están llenas de baches, hoyancos y desperfectos, que son vergüenza, como lo es ponderar que se han pavimentado millones de metros cuadrados, mientras los automovilistas resienten y lamentas los daños en sus vehículos por el mal estado de las calles.

La escasez de agua ha impactado en parques y jardines que lucen secos; la campaña de reforestación fue una inversión que en su mayor parte se fue a fondo perdido con encinos secos al mes de plantados, como los de las avenidas Heroico Colegio Militar y la Ortíz Mena.

En desarrollo social se abrieron 50 nuevas casas de cuidado diario y 28 fueron rehabilitadas; y apoyó a los clubes del abuelo con despensas mensuales, que por cierto, se entregaban hasta con retraso de dos meses, aseguran los afectados.

Dicen que para muestra basta un botón –aunque ya van varios botones-. Y en el caso de uno de los rubros más sentidos: Seguridad, refirió el alcalde que adquirió 52 unidades para patrullaje, hizo una inversión de 53 millones de pesos en programas preventivos e incorporó 161 nuevos policías a la corporación, esos que conducen con prepotencia por la carretera Aldama, al C4 y sin respetar señales de tránsito que logran con facilidad el repudio ciudadano, de por sí los automovilistas son violentos y con estos ejemplos, aún más.

La visión de los burócratas municipales contrasta con la de la ciudadanía que diariamente padece los problemas que conlleva la falta de servicios públicos, como alumbrado público, recolección de basura, pavimento, baldíos sucios, parques desatendidos y obras que se desmoronan por la mala calidad de sus materiales.

Incluso en campañas políticas se promete llevar estos servicios a las colonias, cuando es la obligación de quien llega a encabezar un gobierno municipal, garantizar dichos servicios; además el otorgamiento de becas alimenticias, académicas y deportivas es sólo dar seguimiento a programas ya existentes desde hace décadas.

El antes, durante y después del informe se vio envuelto en una estrategia propagandística que ya no convence a muchos ciudadanos, pero sí a los políticos que consideran que sus gobernados siguen engañados y creen todo lo que  dicen y exaltan.

Bien montado estuvo el escenario con las “porras” de seccionales del partido tricolor, clubes del abuelo, beneficiarios de programas y comités de vecinos, así como empleados que dejaron de laborar para ir a escuchar el informe y llenar el Centro de Convenciones.

La estrategia orquestada para “apoyar” al alcalde incluyó la rechifla al regidor del PAN al leer el posicionamiento en el que condenaba la pésima situación de las calles citadinas llenas de baches y la falta de responsabilidad para con las víctimas del Aeroshow.

Si bien es cierto, Javier Garfio no tuvo responsabilidad en el Aeroshow como la tiene Marco Quezada, el Ayuntamiento como institución debe asumir la responsabilidad y no seguir dejando pasar el tiempo hasta que “todo se olvide o la gente se canse”.

Mientras tanto, Garfio sigue encabezando una administración que trata de mejorar la calidad de vida de los chihuahuenses, que tiene buenas intenciones de hacerlo, pero desafortunadamente no delega en los puestos claves a la gente capacitada e idónea para hacerlo, sino que ocupan dichos sitios sus compromisos de campaña y cuotas de grupos.

Pero para solventar esto, existen los recursos suficientes que permitan implementar estrategias propagandísticas y repetir mentiras que a fuerza de ser escuchadas se tornarán verdades, aunque ya la mayoría no se las crea.

Staff de Notiissa.mx

Tienes que iniciar sesión para escribir un comentario Iniciar sesión