¿Qué busca el ‘nuevo pacto financiero mundial’ propuesto por Macron?

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En la cumbre celebrada en París, representantes de unos 100 países abogaron por construir una nueva arquitectura financiera internacional que combine la solidaridad climática con el combate a la pobreza.

En la recién finalizada cumbre ‘Por un nuevo pacto financiero mundial’, celebrada esta semana en París a instancias del presidente francés, Emmanuel Macron, se concluyó que es necesario construir un nuevo orden financiero global.

Según los concurrentes, el dilema entre la reducción de la pobreza y la protección del planeta acabará cuando se reforme la arquitectura financiera internacional construida tras el fin de la II Guerra Mundial y se movilicen los recursos públicos y privados necesarios para esos fines.

Empero, a pesar del diagnóstico, del compromiso para crear hojas de ruta para los próximos 18-24 meses y de las reuniones de evaluación que tendrían lugar una vez transcurra ese período, los resultados de esos esfuerzos, si se producen, solo aparecerán en el largo plazo.

«Hay que empezar a trabajar desde ahora […]. Necesitamos nuevas metodologías para combatir el cambio climático», apuntó Macron al cierre del encuentro, sin detallar cuáles serían esas estrategias que, no obstante, impera poner en marcha.

El FMI y el Banco Mundial en la mira

El Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), las dos instituciones creadas en la conferencia internacional de Bretton-Woods para regular el comercio y las finanzas globales, acapararon la mayor parte de las críticas de los líderes, que reiteraron ante el auditorio señalamientos ya conocidos.

En particular, se enfatizó que el sistema Bretton-Woods, dominado por EE.UU., ha perpetuado la desigualdad económica en el mundo y ha favorecido a los países del Norte global en detrimento de las naciones del Sur global, a partir de la imposición de políticas económicas y programas de ajuste que han causado estragos en las economías más débiles, con el subsecuente aumento de la pobreza y la dependencia económica en las periferias.

A esto sumaron el desinterés del FMI y el BM en la crisis climática, dimensión que no es considerada relevante en los criterios establecidos para otorgar préstamos.

Las críticas de Lula

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, aprovechó el escenario para avanzar ásperas críticas contra las instituciones de Bretton-Woods, a las que acusó de causar «muchas veces» la quiebra de los Estados.

«No podemos continuar con las mismas instituciones que funcionan de manera errónea, y lo mismo va por el Consejo de Seguridad de la ONU […] Los representantes de 1945 no pueden ser los mismos de hoy», sostuvo.

Esta postura coincidió con lo expresado por su homólogo cubano, Miguel Díaz-Canel, quien acudió a la cita parisina como presidente del Grupo de los 77 (G77) + China, y clamó por «un nuevo y más justo orden mundial».

Da Silva también cuestionó el daño ecológico sobre el Sur global ocasionado por las prácticas económicas de los países ricos. Así, aseveró que los países que lideraron la Revolución Industrial debían financiar la reforestación de la Amazonía y «pagar» la «deuda histórica» por toda la contaminación que han lanzado al planeta.

«Situación insostenible»

De su lado, el secretario general de las Organización de Naciones Unidas, António Guterres, afirmó que el sistema está en crisis y recordó que «más de las tres cuartas partes de los países actuales no estuvieron presentes en la creación de las instituciones de Bretton Woods».

«Esta situación es insostenible. Está claro que la arquitectura financiera internacional ha fallado en su misión de proporcionar una red de seguridad global para los países en desarrollo», indicó.

Consideró asimismo que «no habrá una solución seria» sin reformas estructurales. «He abogado por un nuevo momento de Bretton Woods, un momento para que los gobiernos se reúnan, reexaminen y remodelen la arquitectura financiera global para el siglo XXI«, agregó.

Propuestas y anuncios

En interés de armonizar el combate contra la pobreza y la lucha contra el cambio climático, en el encuentro de París se presentaron algunas propuestas para mitigar los desafíos actuales.

Entre ellas destaca la del presidente colombiano, Gustavo Petro, que sugirió tasar internacionalmente las transacciones financieras o «cambiar deuda por acción climática«.

Francia, por su parte, puso sobre la mesa la discusión relativa a la imposición de aranceles para las emisiones del comercio marítimo, mientras que algunas oenegés y voceros de países fuertemente endeudados pidieron una renegociación de las acreencias de las naciones más pobres.

En relación con los fondos, se conoció que varios países y bancos de desarrollo acordaron otorgar a Senegal 2.500 millones de euros de apoyo económico para acelerar su transformación climática y conseguir que la nación africana eleve hasta 40 % la proporción de energías renovables en su consumo eléctrico en 2030. También se comunicó que Zambia podría refinanciar una parte de su deuda. 

Además, la directora del FMI, Kristalina Georgieva, anunció que el organismo puso a disposición de los países de menos ingresos 100.000 millones de dólares en derechos especiales de giro, al tiempo que el BM aseveró que los países altamente endeudados podrán solicitar la suspensión del pago de la deuda si resultaren afectados por alguna catástrofe natural.

En contraste, no se informaron acciones concretas para la transformación de las instituciones de Bretton Woods, un paso calificado como indispensable por los participantes de la cumbre para construir un nuevo pacto financiero.

RT.

Staff de Notiissa.mx

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