La maldición de tener un drogadicto en casa

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Por Ernesto Salayandía García.

Mal de muchos, consuelo de tontos.

Tenemos un palpable, crudo y muy serio problema de adicciones, somos una sociedad en decadencia, hundida en el impresionante mundo de alcohólicos, drogadictos y adictos a malos hábitos, a nefastas conductas toxicas, este índice alarmante causa muertes diarias por sobredosis, accidentes de tránsito, riñas y otros delitos, no existe un plan nacional de prevención de adicciones, el CONADIC, Consejo Nacional de lucha contra las adicciones es un elefante blanco, refugio de burócratas empedernidos con criterios enanos y equivocados respecto a la problemática que representan las enfermedades emocionales, en los estados y municipios del país, no hay atención profesional ni en prevención, mucho menos en rehabilitación para adictos, de igual surte, aparentan ser lo que no son, en México, no existe la rehabilitación, el proceso de internamiento de tres meses, es un rotundo fracaso, de cada diez internos,  nueve recaen, hay una enfermedad mental colectiva y un desconocimiento total de cómo atender a un paciente de sobredosis de heroína o cristal, no estamos preparados para tal magnitud.

Carrera infernal de un drogadicto

La enfermedad emocional, no es solo alcohol y drogas, atrapa al adicto, en promedio, desde los 9 años de edad, no distingue posición social, ni edad, la perra enfermedad es agresiva, destructiva, devastadora, agarra a todos por parejo, el niño, comienza alimentando su ansiedad fumando, la nicotina es muy prospera en ese sentido, de ahí, este niño, brinca al consumo de marihuana ligado con cerveza, muchos, se prenden de los inhalantes consumidos junto con marihuana, en este proceso las consecuencias físicas y mentales no se dejan esperar, el niño adicto entra en el abandono de sí mismo, cae en depresión, su piel es áspera y amarillenta, lo blanco de sus ojos, que se llama esclerótica, se torna café cenizo, le salen ojeras y manchas en su piel, y habla como en cara lenta. Su pensamiento y actitudes son neuróticas, es un ser intocable, irritable y sumamente agresivo, comienza a aislarse a vivir en sus pequeñas islas, cambia de amistades, así como su forma de  vestir y manera de camina hablar, una de las características en estos niños de secundaria y preparatoria, es que claudican a sus estudios, les dan la espalda al futuro y se convierten en vagos, dormilones y seres improductivos, en esa etapa, la escalera infernal tiene más escalones, de la marihuana, brincan a los fármacos, de los fármacos, al cristal, del cristal a la heroína y finalmente al fentanilo, sus días están llenos de conflictos con sus padres y hermanos, la familia comete muchos errores por desconocer las magnitud de la enfermedad, la mayoría creen que anexando a su adicto a un centro de rehabilitación, será la solución y no es así los anexos y las anexadas, son un rotundo fracaso, el adicto, demuestra una y mil, veces más que no quiere o no puede salir adelante.

Nacido para perder

El destino del niño adicto, será por demás triste, la mayoría no se permiten concluir sus estudios, a través de los años, el  adicto se distingue por sus nefastos patrones de conducta, malos hábitos, se torna, mitómano, perezoso conformista, neurótico, por supuesto, narcisista, es soberbio, no escucha ni de la oportunidad a que le marquen sus errores, es irresponsable, no dura en los empleos, se llena de conflictos y a todo  le pone pero, se justifica y devoran sus miedos, complejos, no logra establecer una buena relación de pareja, no cierra círculos, emocionalmente es un cero a la izquierda, su manera de ser y de pensar, es mediocre, por demás cuadrada, no acepta ayuda, se convierte en el hombre del mañana, sin palabra ni compromiso, ante los problemas, es un imán, el los atraer, le llegan solos, por supuesto, que no tiene paz, ni estabilidad emocional, sufre por su sentencia a sufrir y a morir a consecuencia de sus adicciones

El adicto, un cero a la izquierda

Una gran mayoría, no estudia, no trabaja, ni contribuye en nada en su casa, es el emperador, todo gira en torno a él, quien es el que siembra incertidumbre, preocupaciones y angustias, en muchos casos, estos adictos roban sus propias casas, saquean los monederos y rompen las alcancías, mal venden, las joyas de la familia, aparatos electrodomésticos, ropa y lo que pueden a fin de satisfacer sus adicciones, se rodean con amigos igual de adictos, drogándose en las casas, mañana tarde y noche, algunos de ellos son internados por tres meses en centros de rehabilitación, pero salen peor y entre más pasan los años, más difícil es entrar la rehabilitación, todo ello, representa una triste realidad, los padres, la familia entera se llena de tristeza, frustración, decepción y culpa, las discusiones están al orden del día, incluso suben de tono, muchos marihuanos dan de patadas a su madre y retan a golpes al padre, ver para creer, solo quien ha vivido esta medición, puede dar testimonio de los terrible que es tener un drogadicto en casa.-

De la marihuana, brincan al cristal

La metanfetamina proviene de la anfetamina y tiene efectos psicoactivos mucho más potentes, es capaz de alterar al sistema nervioso central de manera aguda y esta situación se vuelve crónica si su uso es prolongado. El cristal es una variante de la metanfetamina y se le conoce por ese nombre debido a su aspecto de vidrio o piedras blanquiazules brillantes. En realidad se trata de un polvo blanco, cristalino, inodoro y soluble en agua o etanol. En algunos lugares se le conoce como vidrio, batú, cruz blanca, cristina, tina o speed y comúnmente se produce en laboratorios clandestinos. Anteriormente se fabricaba en laboratorios improvisados y caseros, sintetizando el cristal con productos altamente dañinos para la salud, tales como: ácido de baterías, limpiador para desagües, combustible para linternas y anticongelante para automóviles. En la actualidad se fabrica de una manera más pura, más potente y en laboratorios clandestinos con procesos de producción establecidos, muchas narco tienditas y laboratorios son protegidos por algunos policías municipales que conocen a fondo donde y quien fabrica esta droga mortal.

El cristal genera daños irreversibles. El uso indebido de la metanfetamina en forma prolongada tiene muchas consecuencias negativas, incluida la adicción, que es un trastorno crónico y recurrente caracterizado por la búsqueda y el consumo compulsivo de drogas y acompañado de cambios funcionales y moleculares en el cerebro. Como sucede con muchas drogas, la tolerancia a los efectos placenteros de la metanfetamina ocurre cuando se consume repetidamente. Las personas que consumen metanfetamina en forma indebida a menudo necesitan tomar dosis más altas de la droga, tomarla con más frecuencia o cambiar la forma de consumo para obtener el efecto deseado. Los consumidores crónicos de metanfetamina pueden tener dificultad para sentir cualquier otro placer que no sea el derivado de la droga, lo que intensifica el abuso. La abstinencia de la metanfetamina ocurre cuando un consumidor crónico abandona el consumo. Los síntomas de abstinencia incluyen depresión, ansiedad, fatiga y un deseo intenso de consumir la droga.  Además de ser adictos a la metanfetamina, los consumidores crónicos pueden presentar síntomas que pueden incluir ansiedad intensa, confusión, insomnio, fluctuación del estado de ánimo y comportamiento violento. También pueden presentar una serie de características psicóticas, entre ellas paranoia, alucinaciones visuales y auditivas y delirios (por ejemplo, la sensación de que tienen insectos caminando debajo de la piel). Los síntomas psicóticos a veces pueden durar meses o años después de que una persona ha dejado de consumir metanfetamina en forma indebida, y se ha demostrado que el estrés precipita la recurrencia espontánea de la psicosis de la metanfetamina en quienes tenían síntomas psicóticos cuando consumían la droga. Estos y otros problemas reflejan cambios importantes en el cerebro causados por el uso indebido de la metanfetamina. Los estudios de neuroimagen han mostrado alteraciones en la actividad del sistema de dopamina que están asociadas con una disminución de la velocidad motriz y el deterioro del aprendizaje verbal.  Los estudios en consumidores crónicos de metanfetamina también han revelado serios cambios estructurales y funcionales en áreas del cerebro asociadas con la emoción y la memoria, lo cual puede explicar muchos de los problemas emocionales y cognitivos que se observan en estas personas

No existe recuperación a la adicción al cristal

El adicto sufre las severas consecuencias por el uso y abuso de esta droga, lesiona drásticamente su dentadura picando los dientes, provoca heridas y ronchas en la piel, le pega directamente al hígado y en si a todo el sistema respiratorio, el adicto, es víctima de delirios auditivos y visuales,  capaz de mantener diálogos con el Diablo y la Santa Muerte, sufre por sus obsesione sexuales, se torna descoyuntado y es capaz de vender su cuerpo y placeres a cambio de sustancia, se obsesiona con la pornografía y por tener sexo con niños y animales. Es, todo su personalidad, ajena a términos normales, muchos de estos drogadictos tapizan su cuerpo de tatuajes, incluyendo cuello y cara, son unos inadaptados sociales, la mayoría del tiempo, son rechazados y discriminados, su aspecto físico, su manera de pensar y de hablar, no les facilita el camino, por el contrario, el rechazo es total y generalizado, a pesar de sufrir las consecuencias, no pueden dejar de consumir, de la adicción al cristal, brincan al fentanilo y a la heroína, muchos de ellos, mueren de sobredosis, o se suicidan,  en la mayoría de los hospitales no están preparados en ningún sentido para atender a las víctimas de la adicción al cristal, ni al fentanilo.

La droga te roba todo, la vida misma

En los últimos diez años han aumentado considerablemente las muertes por suicidio y muertes por sobredosis, en jóvenes, promedio de 13 a 25 años de edad, es la marihuana la droga que inicia esta carrera infernal, un marihuano firma su sentencia de muerte y muere de mil maneras, hasta que finalmente pierde la vida, la recuperación física, mental, emocional y espiritual de un drogadicto es sumamente difícil, los daños al cerebro son profundos y su manera de actuar y de pensar lo convierten en un tipo mediocre, en prevención, se puede aplicar un programa permanente para proteger a los niños, darles el blindaje y cuidarlos de que no se intoxiquen ni con sustancias, ni con conductas toxicas, es necesario la capacitación en padres que tengan antecedentes genéticos de neurosis y de alcoholismo, para ponerle candados a esta perra, maldita enfermedad perversa del alma.- ernestosalayandia@gmail.com

Staff de Notiissa.mx

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