Estudiantes en Riesgo Constante por Falta de Ingeniería Vial

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El pasado fin de semana inició un nuevo programa vial consistente en la colocación de cámaras en diverso puntos del periférico De la Juventud, mismas que generarán las llamadas “fotomultas” para quienes rebasen los límites de seguridad permitidos en esa vialidad rápida.

Con esta medida se busca disminuir las altas velocidades que imprimen los guiadores y son causantes de accidentes viales; a decir del titular de Vialidad y Transporte Jaime Enríquez estos hechos son la principal causa de muerte en el grupo de edad de 10 a 24 años y que según este diseño de la Organización Mundial de la Salud disminuirá lo accidentes hasta en un 90 por ciento.

Sin embargo esta medida más que preventiva se ha catalogado como recaudatoria por los altos costos de las multas, además de que antes de iniciar el programa de fotomultas no hubo una verdadera campaña de concientización pues sólo se dio una semana para ello.

Tan es así la falta de cultura de la prevención en las autoridades que tienen a su cargo trabajar en este rubro, que descuidan los puntos conflictivos de la ciudad donde el riesgo de accidentes es latente, y no sólo para automovilistas sino para peatones, y precisamente en este grupo de edad de los 10 a los 24 años.

Es el caso del llamado “Crucero de la Muerte” por quienes tienen la necesidad de pasar por el lugar diariamente y se ubica en la carretera a Ciudad Aldama, a la altura del Complejo de Seguridad, el fraccionamiento Praderas de León y la entrada a planteles educativos como la Escuela Normal Superior José E. Medrano, la UTCh Sur y el Cobach 21.

Y ya no hablar del mal diseñado distribuidor vial que es un verdadero laberinto y una pesadilla para quienes no circulan periódicamente por el lugar, pues se convierte en un cuello de botella y representa pérdida de tiempo y combustible para los guiadores buscan la salida correcta a su destino.

Maestros y padres de familia han hecho llamados a las autoridades de Vialidad para que tomen cartas en el asunto y se pongan a trabajar en soluciones al problema, y no esperen a que se registren accidentes mortales; llamados que no se ha tomado en consideración porque no se han contemplado los mencionados puntos para colocar las cámaras móviles del novedoso programa.

Estudiantes y padres de familia entrevistados comentaron que existe un semáforo preventivo que más bien es un adorno porque al tratarse de una vía rápida -carretera- los vehículos pasan a altas velocidades mientras que los estudiantes exponen sus vidas al cruzar la rúa para tomar sus respectivos camiones.

Además de este riesgo, mientras esperan el transporte los jóvenes buscan protegerse del sol y el calor junto a los huizaches –que por cierto dan poca sombra- y están expuestos a que si algún vehículo se orilla o por necesidad entra al terreno que separa los dos cuerpos o sentidos de la vialidad, pueden ser atropellados.

Ahora que se ponderan las ventajas de un transporte público de “vanguardia” como el Vivebús, se debería de contemplar la colocación de un paradero que proteja de los rayos del sol y represente más “seguridad” para los estudiantes que esperan casi una hora el camión.

Aunado al tráfico rápido de la carretera está la incorporación repentina de los vehículos que salen de los fraccionamientos e incluso del C-4, en este último caso hay que agregar la prepotencia al conducir de los ministeriales, policías y demás elementos de seguridad que sale a la vialidad con torretas y sirenas –o aún sin ellas a lata velocidad- incrementando los riesgos de accidentes porque exigen con los códigos su paso libre por ser vehículos de emergencia, aunque no haya tal emergencia de por medio.

Por si fuera poco, otro gran riesgo que se suma a los anteriores es la estación de gasolina que –autorizada tal vez sin analizar los peligros de la zona- fue ubicada en medio de la carretera, entre los dos sentidos, y las unidades que salen de la misma se incorporan repentinamente o sin precaución, generando los accidentes que todos los días se registran.

Tema aparte será el averiguar por qué se autorizó una gasolinería en ese sitio, aunque de entrada se puede decir que es por los intereses económicos de por medio y la permitida competencia una vez entrada en vigor la reforma energética, y el consiguiente argumento de la generación de empleos.

Los entrevistados expresaron como posibles soluciones el hacer de dos sentidos la entrada al C-4, o construir caminos a los planteles escolares, para los guiadores porque para los camiones sería problemático cambiar la ruta y desviarse a esas escuelas; otra opción sería habilitar el túnel inferior que pasa por el C-4, aunque esto afectaría los depósitos de combustibles de la estación de servicio, con el consiguiente peligro para la zona.

“Lo más viable sería poner pasos peatonales superiores para que los estudiantes cruzaran la carretera sin peligro y llegar a los paraderos; hay muchos pasos superiores o puentes que no se usan porque hay semáforos muy cerca de ellos como en la Universidad frente al campus 1, en cambio aquí sí hace falta”, dijeron algunos padres de familia.

Otros agregaron: “Tal vez un semáforo, aunque por tratarse de una carretera no sería posible; a veces hay agentes de tránsito en horas pico pero no siempre están y eso no garantiza seguridad porque hay trailers y camiones de alto tonelaje que pasan a gran velocidad y no los ven, y también es peligroso para los agentes”.

El llamado está hecho para los responsables de la vialidad, de los programas preventivos, de los diseños de circulación e ingeniería vial, para que hagan su trabajo ahora, y no esperen a que se registren accidentes fatales, sobre todo de los jóvenes que tienen que acudir a sus planteles, ubicados en sitios peligrosos que amenazan su integridad, sólo por la mala planeación de los accesos, y sin las suficientes medidas de seguridad.

Staff de Notiissa.mx

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