En julio, pandemia mandó a casa a 7 millones de personas con empleo

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De los 35.7 millones de personas ocupadas reportadas por INEGI, 22% se declaró ausente temporal o suspendida durante la contingencia: un sector clave para la recuperación porque han estado retornando o retornarán cuando se reactiven las empresas donde laboran o reabran sus negocios.

Julio fue el mes en que más personas se declararon ausentes de sus centros de trabajo o que habían sido suspendidas debido a la pandemia, con una cifra de 6 millones 911 mil, por encima de la registrada en mayo y junio, y una quinta parte del total de la población ocupada, que ascendió a 35.7 millones, indican datos de INEGI.

La cifra de los ausentes o suspendidos se acercó a los 7.7 millones de personas que en abril trabajó desde casa, pero que, a diferencia de aquellos, se redujo con el paso de los meses hasta llegar a 5.4 millones en julio, según la Encuesta telefónica sobre Covid-19 y mercado laboral (ECOVID-ML).

La población ocupada son personas de 18 años en adelante que se contrata para trabajar, aun cuando en el momento de la encuesta se encuentre sin empleo, y dentro de la cual los ausentes temporalmente de su trabajo son aquellos que retornarán al mismo una vez que las medidas de distanciamiento social permitan reactivar la operación de las empresas y negocios en las actividades no esenciales.

Indica la encuesta que entre abril y julio una cuarta parte de las mujeres ocupadas eran ausentes temporales o fueron suspendidas durante la contingencia sanitaria, en tanto que para los hombres la proporción fue de 20%.

Para ambos géneros, en casi nueve de cada 10 casos la ausencia temporal o suspensión se debió a la pandemia por el Covid-19, agrega el estudio, que recopila información complementaria sobre el impacto de la pandemia en la fuerza de trabajo que es usuaria de teléfono.

La clasificación del empleo parte de un universo de 89.3 millones de personas de 18 años en adelante que conforma la población económicamente activa del país, de la que se desprenden dos grandes sectores.

Por un lado, está la población económicamente activa (PEA), que a julio sumaban 51.3 millones de personas o 57% del total.

Y por el otro está la población económicamente no activa (PNEA), con 43% del total o 38 millones de personas.

A su vez, PEA se subdivide en ocupados, que en julio sumaban 48.5 millones y representaron 95% de ese grupo, y los desocupados abiertos, que son el otro 5% al sumar 2.8 millones.

Por su parte, la PNEA la conforman las personas disponibles para trabajar, con 10.5 millones que equivalen a 28% de ese sector, y los no disponibles para trabajar, que eran la mayoría y sumaban 27.5 millones para una proporción de 72%.

Pero al considerar solo a la población laboral que es usuaria de teléfono y que representa 3 cuartas partes de los 127.1 millones de habitantes del país, la población de los mayores de 18 años baja a 68.3 millones, mientras que la PEA desciende a 39.1 millones, compuesta de 35.7 millones de ocupados y 3.4 millones de desocupados.

En tanto que la PNEA usuaria de teléfono queda en 29.2 millones, de los que 7.5 millones son personas disponibles para trabajar y 21.7 millones no disponibles.

La PEA y la PNEA son grupos interconectados y cuando uno aumenta lo hace a costa del otro, como ocurrió entre abril y julio, cuando la PEA tuvo una recuperación de 4.1 millones de personas, al pasar de 35 millones a 39.1 millones de personas mayores de 18 años usuaria de teléfono, como consecuencia de la disminución de la PNEA disponible para trabajar, que pasó de 13.6 millones a 7.5 millones.

De los 35.7 millones de personas ocupadas, 22% se declaró ausente temporal o suspendida durante la contingencia sanitaria, y de ese grupo, en 88% de los casos la ausencia temporal o suspensión se debió a la pandemia por el Covid-19, mientras que también por la pandemia, 41.6% de los ocupados señaló que sus ingresos disminuyeron.

Por otro lado, dentro del grupo de los que no buscaron trabajo debido a la pandemia se registraron cambios, como el hecho de que en abril representaban 34.3%, en mayo la proporción aumentó a 45.4%, en junio a 55.1% y en julio a 64.1%.

Mientras tanto, el porcentaje de ausentes que tenían un acuerdo para retornar a su trabajo luego de que termine la contingencia fue reduciendo con el paso de los meses, de 42.3% en abril, bajó nueve puntos porcentuales en mayo, otros siete aproximadamente en junio, y finalmente se ubicó en un 15% en el mes de julio.

En números absolutos, los 5 millones de personas ausentes temporalmente de su trabajo en abril que señalaron retornar a su empleo al término de la contingencia, pasó a 3.6 millones en mayo, 2.1 millones en junio y para julio eran solo 922 mil.

De estos ausentes temporales de julio, 35.8% eran trabajadores subordinados remunerados y 64% trabajadores independientes.

INEGI asumió que ese 64% de trabajadores independientes podían tener un negocio, así que preguntó si disponían de un local o no, y encontró que en el caso de las mujeres 8 de cada 10 lo tenía, y en el de los hombres solo 5 de cada 10.

Encontró asimismo que la mayoría de esos trabajos en el caso de las mujeres se perdieron en el sector servicios y comercio, mientras que en el de los hombres la pérdida fue en las actividades secundarias, es decir, industria y construcción.

AN / ZR

Staff de Notiissa.mx

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