Beneficiará programa de reestructuras a bancos pequeños: Moody’s

Los depósitos de los bancos han aumentado gracias a un menor crecimiento de los créditos y la reducción del consumo, y han bajado su exposición a los segmentos de consumo y pymes, considerados de alto riesgo crediticio.

Las medidas que flexibilizan la regulación bancaria anunciadas por la Secretaría de Hacienda la semana pasada para ayudar a reestructurar créditos de deudores individuales y empresas serán positivas sobre todo para bancos pequeños y con alta exposición a clientes de alto riesgo crediticio, como Banco Azteca, Bancoppel, Compartamos, Consubanco, Banco Forjadores, Volkswagen Bank y American Express, señala Moody’s.

También beneficiará a los bancos con un enfoque claro en los préstamos a pequeñas y medianas empresas, entre ellos ABC Capital, Banco Finterra, Banco Inmobiliario Mexicano.

El nuevo programa es la continuación del plan de diferimiento de pagos emitido en marzo y abril, que venció en julio y al que se adhirieron más de 8 millones de acreditados, e incluye medidas para permitir a los bancos reducir sus provisiones por cada reestructura acordada con sus acreedores y hacer más accesibles los requerimientos de capital regulatorio y de liquidez.

Las autoridades reguladoras de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, una dependencia de Hacienda, esperan que las reestructuras reduzcan el servicio de las deudas en al menos 25% y que el plazo para pagar el remanente se extienda más de 50%, y que los bancos se vean incentivados a reducir intereses y a hacer rebajas de capital.

Los consumidores de bajos ingresos y las pequeñas y medianas empresas han sido adversamente afectadas por una combinación de una fuerte contracción económica, que comenzó antes de la pandemia, y unas limitadas medidas de apoyo del gobierno.

Adicionalmente, las medidas en camino y que se podrían dar a conocer la semana entrante harán posible para los bancos evaluar y ajustar las reestructuras a la capacidad de pago de los deudores, en tanto que éstos podrán pagar una parte de la mensualidad originalmente pactada, lo cual permitirá a los bancos empezar a medir el grado de éxito del plan de reestructuras, señala Moody’s.

Aunque las nuevas facilidades podrían crear una situación en la cual algunos bancos tengan recursos insuficientes para amortiguar pérdidas inesperadas, la mayoría de los bancos mexicanos están bien capitalizados y mantienen una amplia liquidez, dice Moody’s.

“En general, los bancos se beneficiarán de un crecimiento más lento de los créditos y la reducción del consumo, lo cual ha incrementado su base de depósitos”.

Señaló que el Tier 1 (o relación entre el capital social de un banco y todos sus activos ponderados por el riesgo), una medida de fortaleza financiera de las instituciones financieras se ha incrementado en el sistema financiero mexicano de 13.6% a junio de 2020, desde 13.4% al cierre de 2019, y la proporción de liquidez de cobertura mediana diaria se elevó a 224% en el segundo trimestre, desde 189% en el cuarto trimestre del año pasado.

Destacó el caso de BBVA, que atiende sobre todo a clientes de calidad crediticia relativamente alta, como el que ha sido menos afectado por la crisis actual y que ya reportó una recuperación de créditos mejor de lo esperado una vez que concluyó el programa de diferimiento de pagos.

Debido a una menor demanda y requisitos más estrictos para otorgar créditos, los bancos en México también han reducido su exposición al segmento de consumo, que tiene alto riesgo crediticio; a julio representaba 18% de todos los préstamos, mientras que al cierre de 2019 eran 20.2% del total, al tiempo que bajaron su exposición a los créditos a pequeñas y medianas empresas de 8% al cierre del año pasado, a 7.6%.

Moody’s prevé que el PIB de México se contraiga 10% este año, seguido de una regular recuperación en 2021.

AN / ZR