En forma para el embarazo

Albertina Luque.
Si ya decidiste mandar la carta a la atareada cigüeña, vale la pena agregar a las recomendaciones ginecológicas de tu médico, algunos consejos que pueden ayudar a que tu cuerpo se encuentre con un mayor estado de bienestar y salud en el momento que la zancuda ave, decida cumplir tu encargo.

Zita West, autora del libro El cuidado del bebé antes del nacimiento, de Editorial Norma, explica que el ejercicio regular te hará sentir más positiva y mejorará tu estado de ánimo ya que liberas endorfinas. También mejora tu circulación sanguínea y te proporciona energía, haciendo que sientas menos perezosa. Si hasta ahora has llevado una vida sedentaria o con poca actividad física, no hay razón por la que te alarmes y mejor cambia esa situación.

“Afortunadamente, la rectificación es bastante sencilla. Con 20-30 minutos de ejercicio al día, empezarás a notar una mejoría al cabo de un mes. Lo importante es que encuentres un ejercicio que disfrutes, que sea adecuado para ti y que puedas incorporar a tu rutina diaria”, explica Zita West y agrega que es importante aprender a relajarse, ya que la tensión constante provoca una serie de problemas físicos, así como unos músculos tensos a los que les cuesta relajarse, situaciones que pueden afectar tu salud.

La respiración
Si bien es cierto que esta acción es automática, la puedes modificar a voluntad y esto es una poderosa herramienta para lograr el bienestar físico, psicológico y espiritual. La especialista te recomienda poner en práctica los siguientes 7 pasos:
1. Túmbate de espaldas con las rodillas flexionadas y la espalda plana contra el suelo.
2. Relaja los hombros y remete la barbilla para estirar el cuello.
3. Apoya suavemente una mano sobre la parte superior del pecho y la otra sobre el abdomen.
4. Cierra los ojos y respira regularmente y con suavidad, inspirando por la nariz y espirando por la boca.
5. Observa como se levanta el pecho. Cada respiración debe llegar un poco más profundamente al abdomen, de manera que sientas una ligera expansión de las costillas y distensión.
6. Coloca las manos a los lados y sigue respirando de esta manera.
7. A medida que la respiración se relaja más y se vuelve más eficaz, notarás que respiras de manera natural entre 12 y 16 veces por minuto.

“Practica durante 10 minutos, dos o tres veces al día, hasta que esta manera de respirar se vuelva habitual, ya sea tumbada, sentada o de pie. A veces, ayuda repetir la palabra ‘dentro’ al inspirar y ‘fuera’ al espirar. De esta manera, mantienes la mente centrada y evitas la acumulación de pensamientos indeseados”, finaliza la autora.

Son muchos los beneficios que puedes tener en tu salud, si incorporas a tu vida cotidiana la práctica de alguna disciplina física, así como si detectas y cambias algunas prácticas que pueden estar afectándola como es el tabaquismo, consumo no moderado de alcohol y malos hábitos de sueño.

Colaboración de Fundación Teletón México.
Bojorge@teleton.org.mx