La Maldición del Siglo. Por: Ernesto Salayandia García

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Hijos, pequeños, pequeños problemas, hijos grandes…….
Niños y jóvenes mueren como moscas ante las drogas y las consecuencias que generan, parece mentira, pero son pocas las familias que se escapan de tener un drogadicto en casa, propiamente es como una maldición, el joven drogadicto esfuma su presente y extermina su futuro, comienzan desde la infancia y cuando llegan al bachillerato llegan con un nivel de ansiedad muy alto, atrapados sin salida en las adicciones, con serios y severos problemas emocionales, víctimas de hogares disfuncionales, de la desigualdad social, de las incongruencias gubernamentales y de la apatía de la sociedad, igual, víctimas de la ignorancia y de la miopía de sus familias que no saben cómo enfrentar y resolver un problema de esta gran magnitud que son las adicciones, la familia está enferma y el cáncer solo se maquilla en apariencia, pero no estamos preparados, ni en prevención, ni en rehabilitación, hay drogas tan fuertes como la marihuana, la heroína, el Crystal, las anfetaminas, los inhalantes que son altamente placenteras, por demás adictivas, pero lo grave de ello, que no hay una ciencia efectiva para la rehabilitación y los jóvenes pierden su tiempo, recayendo y reventándose una y otra vez, sin que puedan salir del hoyo, generando dolor, impotencia y frustración a sus familias, como manzanas podridas en las escuelas, echan a perder a jóvenes inocentes que por curiosidad, por el sentido de pertenecer, por sus antecedentes genéticos y por sus orígenes disfuncionales, caen igual en las trampas de las adicciones, hasta que mueren en accidentes de tránsito, de sobredosis, asesinados, o llegan a cumplir sentencias en los CERESOS o son internados en un anexo, centro de rehabilitación o una clínica siquiátrica, no hay una educación emocional, y las escuelas, en algunas de ellas, muchos jóvenes, son propiamente un nido de adictos y de adictas.

Testimonio del abandono
Jacobo tiene 22 años, inició su carrera en las drogas a las 16 años, con marihuana, la primera vez la probó en una casa de un amigo, sintió una sensación ligera en su cuerpo, sentía que volaba, en 8 años, ha probado pastillas controladas, anfetaminas, hongos alucinógenos, peyote, éxtasis que es una droga en pastilla y polvo, heroína, alcohol, cigarro, ácidos e inhalantes; ha tenido 4 procesos en centros de rehabilitación, a su corta edad, ha tocado el fondo de la soledad extrema, intentó suicidarse dos veces debido a sus depresiones y ha sufrido por el rechazo de la sociedad, su última loquera se metió 500 de cocaína fumada e inhalada, 50 pesos de marihuana y dos carteras de alprazolam, las consecuencias que ha tenido, es un intenso y permanente dolor de huesos, es el abandono de su mujer, perdió su trabajo, lo corrieron por drogadicto y lo encerraron a la fuerza en un anexo, desperdició 8 años de su vida en la vagancia, en la inactividad, abandonó la escuela, fue mediocre, sin ganas de hacer nada, hundido en su soledad, con la autoestima por los suelos y se prendió de las sustancias, dañando a la sociedad con robos y otras acciones negativas, Jacobo está en un proceso de desintoxicación, de encuentro con él mismo y de superación personal.

Testimonio de la injusticia
José Luis tiene 20 años de edad, estuvo a punto de ir al CERESO con una sentencia de tres años por robo, el primer atraco fue a un cibercafé sorprendiendo al encargando al llevarse una computadora, el segundo robo fue en un centro comercial conocido como El Pasito, donde robó una laptop, José Luis es adicto a la marihuana, inhalantes, cocaína, pastillas, físicamente él considera que las drogas le han afectado su mente, debido a que se le olvidan las cosas y no se le queda nada, tiene dolor de huesos, anda desmotivado, desde que empezó a consumir a la edad de 16 años, comenzaron los problemas en su casa, pleitos con su mamá principalmente por las ausencias, igual por desaparecerse todo el día, también por los robos y su comportamiento neurótico, siendo muy contestón, abandonó la escuela por reprobar a consecuencia del mismo abuso de la marihuana, sus amigos, entre comillas, están igual o peor que él debido a que se emborrachan y fuman piedra y marihuana, José Luis está cansado de esta vida de adicto porque no le ha dejado nada bueno, ahora en un internamiento de 30 días, él se siente otra persona, considera que usaba droga por su fondo de soledad, las malas amistades y por ser un mediocre.

Testimonio del mal ejemplo
Ricardo tiene 20 años, comenzó a consumir a los doce, con alcohol, mezcal, aguas locas, tabaco, cerveza, marihuana, cocaína, inhalantes, Tulon, conocida también como Agua Celeste, cuyos efectos son más fuertes que la marihuana, piedra, Crystal, las famosas pilas, que son anfetaminas, las ha probado como unas tres veces, y después con la heroína, que es una droga muy fuerte, lleva inyectándose dos años y medio, primero empezó fumando la droga también conocida como La negra, Chiva, o una cura, primero empezó fumando una cura, después empezó a fumar tres diarias, al final se inyectaba de 15 a 20, tres a cinco curas diarias, el efecto es que te duerme todo el cuerpo, no hay conciencia, ni buen juicio, no te importa nada, solo piensas en cómo conseguir más y más para drogarte, tuvo una sobre dosisis, pero despertó, una cura cuesta cincuenta pesos mexicanos y conseguía dinero, robando en los centros comerciales, robo hormiga, rastrillos, spray para rasurar, se metía a las casas, también llegó a asaltar a gente con fierro en la mano, desprendiéndolas de celulares, dinero, joyas, zapatos, bolsas y todo lo que se podía, nunca lo detuvieron, tiene dos hermanos menores de 17 y de 13, él quiere cambiar para que sus hermanos no sigan el ejemplo de él, quiere salir adelante, quiere tener una vida normal, aspira a tener una familia, unos hijos, y con la droga, él piensa que nunca va a poder, han sido 8 años de sufrimiento y de mucho dolor para él y su mamá, su papa, vendía droga y está en el CERESO.

Testimonio de la herencia genética
Renata tiene 21 años, hija de padre alcohólico, comenzó a emborracharse a los 16, tomando cerveza en las pintas del Bachilleres, fugándose a la presa o a casa de amigos, más de cinco horas ingiriendo alcohol, la adicción fue creciendo, primero alcohol ligado al cigarro, luego llegó la marihuana pero no le gustó y seguía tomando, hace dos años que empezó a fumar marihuana y se prendió de esta droga, lo hacía esporádicamente solo los fines de semana, y ya después comenzó a fumarla todos los días, mañana, tarde y noche, estableciendo una fuerte dependencia, se siente mal, no le gusta la palabra drogadicta, no podía dejar de fumar, probó anfetaminas y las clonas, las consecuencias que ha tenido es que bajó mucho de peso, ya no ha estado rindiendo en la escuela, por la pérdida de la memoria, se mantenía de mal humor, se tornó neurótica permanentemente, le daba pereza escuchar a los maestros dar la clase, muchos problemas de comunicación en la casa con su mamá, igual, conflictos con la pareja, debido a que él también es adicto y era celoso, posesivo, viene de un hogar disfuncional debido a que su papá es alcohólico y le pegaba a su mamá, a ella y al hermano, los daños fueron muchos, creció con resentimientos en contra de su madre por que se dejaba de los maltratos de su papá y porque nunca ha hecho nada al respecto, es depresiva, neurótica, tiene trastornos de ansiedad, los amigos, todos andan mal, muchos pueden controlar su manera de beber, hay de todo, otros no pueden ni quieren salir de la loquera, ella sí quiere salir adelante porque ya no quiere ser así.

Testimonio de un ladrón drogadicto
Sergio es adicto al Crystal, una de las drogas más peligrosas que hay en la actualidad, tiene 19 años, empezó a los once años, fumando y tomando, y así duró algún tiempo, a los 14 comenzó a fumar marihuana de una manera permanente, así duró prendido de la droga y cuando estaba en la Prepa, hará como tres años, se prendió del Crystal, que es una droga compuesta de anfetaminas y ácidos, toxinas químicas, la droga trastorna la mente, te prendes muy fácilmente debido a que es adictiva, sientes un gran placer, te levantan, como que te llenas de energía, no comes, no duermes, no nada de nada, solo quieres consumir, el Crystal le afectó emocionalmente, porque no dormía, andaba como zombi, desganado, sin ganas de ir a la escuela o ir a trabajar, se mantenía prendido de la marihuana y el Crystal todo el día, las consecuencias, se quedó solo, sin dinero, consumía al día unos 500 pesos, el dinero lo sacaba de la venta de droga y robaba camiones repartidores de productos, atracaba a los choferes, eran tres ladrones y sin duda, un mundo de dinero, que tiraba en la droga, en bares y en la loquera, ahora, le duelen los huesos; el Crystal lo dejó sin fortaleza física, ha tenido trabajos, pero todo lo que ganaba, lo usaba para el consumo de Crystal. Tiene una pésima relación con su mamá y su hermana, perdió la escuela y se siente arrepentido, su padre es un adicto a la cocaína y a la piedra.

La enfermedad es compleja
Ante el vacío espiritual de un adicto, la droga se torna por demás placentera, estableces una dependencia a la sustancia, te haces adicto al síntoma, a los efectos, al olor, después, se rompe la barrera y la droga te entorpece, te sientes idiota, anestesiado, propiamente drogado, cuando desaparece el efecto, te entra la malilla, la resaca, la malaca, la cruda, y tu mente, tu cuerpo, piden más y más y es el cuento de nunca acabar, esa es la condición del adicto, romperse tuti la madona, las drogas escalonarías y peligrosas como la marihuana, provocan un incremento impresionante de ansiedad y cuando ya el cuerpo se vuelve inmune, el drogadicto busca otras sustancias, por ello, el que está prendido de la hierba verde, la marihuana, está prendido también de las pilas, las pastillas, que ahora también son muy comunes en los niños y jóvenes, todo esto es cuestión de vida o de muerte, tenemos una sociedad enferma, adicta y en riesgo de morir, no podemos seguir cruzados de brazos, urge una estructura de salud mental y emocional, legislar al respecto. A grandes males, grandes remedios, debemos de atacar el origen, ir al inicio del mal que son los hogares disfuncionales, por ello, hay que obligar por ley, a que todos los matrimonios, reciban una capacitación profunda antes de ser padres y antes de que se casen para que se conozcan a sí mismos y puedan sanar sus heridas profundas del alma, puedan romper con sus cadenas destructivas y sus viejos moldes; no es justo traer al mundo a seres inocentes, sentenciados a sufrir y a morir debido al alcohol y las drogas. Por tu atención muchas gracias.- ernesrtosalayandia@gmail.com Sigue la huella en Twitter @teo_luna. Búscame en Facebook. Lee completo este artículo en crisiscreces.com Mis libros son de gran utilidad.- 614-410-0158.

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Staff de Notiissa.mx

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