Atienden a más de mil cien menores chihuahuenses discapacitados con terapias gratuitas

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Por parte del Gobierno Federal.

• El Programa de Rehabilitación e Inclusión para el Bienestar de Niñas y Niños con Discapacidad atiende a más de mil cien niñas y niños a través de la Fundación CRIT en Chihuahua y los Ojos de Dios en Ciudad Juárez.


• Representa una inversión de 14 millones de pesos en un año, 300 pacientes o servicios cada día.


• Para Claudia Ivonne Hernández este programa es toda una bendición pues de no contar con este apoyo no podría atender a sus tres hijos en la fundación Los Ojos de Dios en Ciudad Juárez.

Dayre Nahomí (12 años), Adriana Berenice (9 años) y Elías Abdiel (5 años) son tres hermanitos que además de compartir a sus padres, la dicha de crecer juntos y formar una gran familia, comparten también un trastorno de amplio espectro conocido como autismo, una afección relacionada con el desarrollo del cerebro que afecta la manera en la que una persona percibe y convive con otras personas, lo que causa problemas de socialización y comunicación.

Dicha afección hace que las necesidades de esta familia se multipliquen, pues ya en condiciones normales de salud, el atender a tres niños es ya una intensa labor, bajo circunstancias especiales de salud, esto se convierte en un reto mayúsculo en todos los aspectos.

Por ello, el que los tres niños sean beneficiarios del Programa de Rehabilitación e Inclusión para el Bienestar de Niñas y Niños con Discapacidad y que a través de este programa reciban terapia en el Centro Los Ojos de Dios, ha sido una verdadera bendición para esta familia.

Claudia Ivonne Hernández, madre de los tres menores, relata que tras recibir el diagnóstico de su hija mayor a los tres años de edad. Ellos, como padres, se dieron a la tarea de conocer todo sobre el trastorno autista, así como las opciones en cuanto a apoyo y terapia para su niña.

Luego, nació Adriana Berenice y al cabo de cuatro años Elías Abdiel, que al igual que su hermanita mayor presentan un trastorno autista y también neuromotor, en el caso de Elías Abdiel. Esta situación llevó a Claudia Ivonne a abandonar definitivamente su vida laboral y dedicarse de lleno al cuidado y atención de sus hijos.

Pero un día la buena fortuna tocó a su puerta en forma de una Servidora de la Nación que la visitó a su casa y tras conocer su situación familiar le invitó a reunir la papelería requerida para inscribir a sus hijos al programa de Pensión para el Bienestar de las Personas con Discapacidad.

A partir de entonces, sus tres hijos fueron canalizados para recibir una “Valera” es decir, un block de vales de pago por parte de la delegación estatal de Bienestar ante la Asociación los Ojos de Dios, dedicada a servir a menores con discapacidad. Ahí los menores reciben diversos terapias como equinoterapia, fisioterapia, psicológica y de lenguaje, entre otras.

Esto ha supuesto un gran cambio para esta familia, no solo para los niños, sino también para los padres, como la madre relata, cada diagnóstico representó un quebranto económico, pues fueron muchos los estudios médicos que hubo que realizar, así como terapias que pagar, de no haber sido por el apoyo de Bienestar, Claudia Ivonne reconoce que difícilmente hubieran podido dar atención de manera simultánea a sus hijos.

Ahora, desde que Bienestar sufraga las terapias, los cambios que han tenido cada uno de sus hijos han sido grandes. En el caso de Elías Abdiel, que presenta problemas de motricidad, ha empezado a enderezar su columna, sostenerse más tiempo en pie y deslizarse caminando entre las cosas, eso sí, siempre sostenido de algo. Lo mismo sucede con su atención, la cual ha mejorado mucho, ahora Elías está más atento a los estímulos de voz, rostros, luz e imágenes.

En el caso de Dayre Nahomí y Adriana Berenice las terapias las han ayudado mucho en el área social; ahora las niñas se relacionan de mejor manera con otras personas, al igual que han ido desarrollando mayor control sobre sus emociones. Estos cambios pudieran parecer pequeños para otros, pero para estos 3 hermanos y su familia suponen grandes beneficios que inciden directamente en su calidad de vida y la de sus padres.

Las terapias, además de la gran ayuda económica que representan, también son un gran descanso, afirma Claudia Ivonne, “antes era traer todo el tiempo cargando al niño y dedicarle completamente a él toda la atención, y ahora ya puedo dejarlo un rato en el sillón o en su andador jugando en lo que yo preparo la comida o atiendo algo de la casa, antes ni siquiera se sentaba, ahora ya lo puedo dejar sentado en el piso con sus juguetes, lo que es ya un gran alivio para mí, lo mismo con la niña mayor que ahora ya puedo darle pequeñas tareas, como pedirle que le dé la tetera al niño, que agarre algo para irnos, antes no podía hacer eso, porque no entendía ninguna orden.”

Como la madre de familia reconoce, esto es un proceso, todo lleva su tiempo, esfuerzo y trabajo, pero que de realizarse es un cambio significativo para elevar las condiciones de vida primeramente de los menores y el de su familia.

“Vayan, acérquense” es la recomendación que esta madre de familia hace a madres y padres de familia que al igual que ella tengan un pequeño con alguna discapacidad, “el Programa de Bienestar ha sido de mucha bendición para nosotros como familia, por eso yo los invito a que se acerquen, yo se que van a recibir la ayuda por parte de Bienestar.

Actualmente son mil cien niñas y niños en el estado, 956 en el CRIT de Chihuahua y 147 en Los Ojos de Dios quienes reciben este beneficio, nos informa Noé Terrazas Romero, quien es coordinador del Programa de Rehabilitación e Inclusión para el Bienestar de Niñas y Niños con Discapacidad en el estado de Chihuahua.

Este programa cubre –además de la Pensión para el Bienestar de las Personas con Discapacidad, la cual es un derecho otorgado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, y que ya les pertenece, este gobierno sensible y preocupado por las niñas y niños con discapacidad–su rehabilitación al cien por ciento, esto es, consultas con sus médicos tratantes, especialistas, neurólogos, fisioterapeutas, ortopedistas, genetistas, todo aquello que requiera su patología para ser atendidos.

Esta atención tiene un costo que va de 40 mil hasta 90 mil pesos, de acuerdo al diagnóstico de cada niña o niño pero que por parte de la delegación estatal de Bienestar se cubre al cien por ciento. “Tengo años trabajando en esta área de atención a personas con discapacidad e históricamente nunca se había dado un apoyo similar o de cualquier otro tipo, por parte de ningún gobierno en ninguna de estas dos vertientes en las que se ahora se hace; la vertiente económica con la pensión y la vertiente de salud y calidad de vida con la rehabilitación de niñas y niños con discapacidad” afirma su coordinador Noé Terrazas Romero.

Esta atención es posible gracias a un nuevo modelo que se hace a través de Fundación CRIT y Los Ojos de Dios y que a un año de haberse puesto en marcha se han invertido 14 millones de pesos, esto es un gasto diario de 150 mil pesos en la atención de 300 pacientes o servicios al día, sin duda una importante derrama económica, pero sobre todo, la oportunidad de transformar la vida tanto de niñas y niños así como de sus familias, pues sin importar el tipo de atención que requiera, aquí se le va a brindar.

Tanto en el CRIT de Chihuahua como en los Ojos de Dios en Ciudad Juárez, el primer filtro para ser beneficiario de este programa es la realización de un diagnóstico, en el cual el menor pasa por todas las especialidades y se le realiza un diagnóstico multidisciplinario que permite establecer el tratamiento a seguir. El primer requisito es que el menor presente una discapacidad neuromuscoesquelética, si es el caso, la niña o el niño son aptos para ser beneficiarios.

Es tan generoso este programa que no solo atiende a los menores con discapacidad, sino también se atiende a la familia, pues este es un proceso integral en el que se involucra a toda la familia que debe aprender, educarse sobre el padecimiento del menor, la manera de tratarlo cuidarlo, así como la oportunidad de recibir atención tanatológica y psicológica.

Noé Terrazas es consciente de que aún hay muchos niños a los que llegar, por lo que asegura que tanto él como el equipo que encabeza se encuentran comprometidos al cien por ciento para que el Programa llegue cada vez más a las niñas y niños que lo necesitan, este es un gran esfuerzo que beneficia a toda la familia y que como refiere Terrazas Romero, cada día aumenta el buen sabor de boca “de saber que lo que estamos haciendo es el lado correcto de la historia y sobre todo en estas fechas”. “La felicidad de darles alegría y de que sepan que Gobierno Federal está respaldando su tratamiento para que ellos sigan día a día.”

Staff de Notiissa.mx

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