Día Nacional de la Donación de Organos y Tejidos Para Trasplantes; Pasa sin Pena ni Gloria

Silvia Madrid.

El pasado 26 de septiembre se conmemoró en el país el Día de la Donación de Órganos y Tejidos Para Trasplantes, fecha que pasó desapercibida para la gran mayoría de los mexicanos.

Algunas instituciones de salud recordaron la conmemoración con una sencilla ceremonia al interior de las mismas, pero sin las campañas que deberían ser permanentes.

Tampoco hubo pronunciamientos de legisladores, mucho menos solicitud de recursos para llevar a cabo esas campañas motivadoras que serían la solución para miles de personas que se encuentran en lista de espera.

En el Centro Nacional de Trasplantes a la fecha hay más de 200 mil personas esperando un órgano o tejido, la mayoría por un riñón, seguida de hígado, corazón, pulmones, córneas, huesos… Esperan con estas donaciones mejorar su calidad de vida, y rehacer su vida normal, como antes de su enfermedad.

Sin embargo hay muchas creencias erróneas en las mentes de potenciales donantes porque no hay campañas que expliquen el proceso y la transparencia con las que se realiza la procuración y asignación de órganos y tejidos; las esporádicas campañas solo le limitan a pedir “ser donadores después de la muerte”.

Durante los más de dos años de pandemia se “detuvo” la donación y los trasplantes; ahora el rezago es mayor, y el futuro se ve más complicado con el incremento de enfermedades crónico degenerativas que se desarrollan a cada vez a menor edad.

Enfermedades crónico degenerativas que van en aumento son principalmente la hipertensión y la diabetes que dañan órganos y tejidos, sobre todo esta última que altera la función renal llegando a requerirse un trasplante; y mientras se espera, el paciente debe conectarse hasta tres o cuatro veces a la semana a una máquina que “limpia “ la sangre. Pero en muchas ocasiones llega primero la muerte que un nuevo riñón que le permita al enfermo renal seguir viviendo.

A través de las campañas se debe hacer conciencia de que las personas pueden trascender al donar sus órganos y tejidos y dar vida a otros, además de eliminar esas falsas creencias explicando a detalle el proceso de procuración y asignación de órganos y tejidos.

Una de ellas es pensar que si por un accidente o enfermedad a un donador -por el hecho de serlo- le van a extraer sus órganos; FALSO. Para utilizar los órganos se debe presentar muerte cerebral, esto es que el cuerpo se mantiene “con vida” solo porque está conectado a aparatos.

Una vez declarada la muerte cerebral por el médico tratante, se deben hacer otros estudios más por otros médicos para corroborar esta muerte cerebral. A nadie le van a quitar la vida si es donador y está en coma o hay posibilidad de recuperarse.

Otra falsa creencia es la religión: en México la mayoría de las personas son católicas, e ignoran que la Iglesia como institución califica la donación de órganos como un gran acto de amor al prójimo.

Por lo anterior no debe haber temor de ser donadores sino tener la certeza de que se dará vida o mejor calidad a los más de 200 mil mexicanos que esperan un órgano.

Se requiere de más legislaciones y campañas para llegar al grueso de la población del país, y aprovechar todos los órganos y tejidos de personas que ya cumplieron su misión vital. De más recursos para fomentar la cultura de la donación y permear a todas la edades, estratos, niveles y actividades de la sociedad.