Fentanilllo, el asesino perfecto

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Por Ernesto Salayandía García.

En el 2021, murieron más de cien mil de sobredosis en Estados Unidos.

En México, no hay registros de muertes de sobredosis por fentanillo, pero el número de decesos es impresionante, lod adictos, están cayendo como moscas, mientras que los gobiernos, federal, estsatales y municipasles, no tienen ni idea de la peligrosidad de esta droga sintetica.- ¿Qué son los opioides? Los opioides son una clase de drogas que se encuentran en forma natural en la planta de amapola o adormidera. Algunos opioides se elaboran directamente de la planta, mientras que otros —como el fentanilo— se crean en laboratorios, donde los científicos utilizan la misma estructura química para fabricar opioides sintéticos o semisintéticos. – El fentanilo es un fuerte opioide sintético similar a la morfina, pero entre 50 y 100 veces más potente. Es un fármaco recetado que a veces también se usa en forma ilegal. Al igual que la morfina, por lo general se receta a pacientes con dolores intensos, especialmente después de una operación quirúrgica. A veces también se usa para tratar a pacientes que sufren de dolor crónico y presentan tolerancia física a otros opioides. La tolerancia ocurre cuando se necesita consumir cada vez mayor cantidad de una droga o consumirla con mayor frecuencia para lograr el efecto deseado.

¿Cómo se consume el fentanilo?

Cuando lo receta un médico, el fentanilo se puede administrar en forma inyectable, en forma de un parche que se coloca sobre la piel o en forma de pastillas que el paciente disuelve en la boca como si fueran pastillas para la tos.6 El fentanilo que se consume ilegalmente y que está asociado con más frecuencia con las sobredosis recientes se fabrica en laboratorios. Este fentanilo sintético se vende ilegalmente en forma de polvo, vertido en gotas sobre papel secante, en envases de gotas para los ojos o rociadores nasales o en pastillas parecidas a las de otros opioides recetados.7 Algunos comerciantes de drogas mezclan el fentanilo con otras drogas como heroína, cocaína, metanfetamina y MDMA. Lo hacen porque una cantidad muy pequeña de fentanilo causa un colocón o high, lo que lo convierte en una opción más económica. Esto es especialmente riesgoso cuando las personas que consumen drogas no saben que la sustancia que están consumiendo puede contener fentanilo como un agregado de poco costo, pero peligroso. Tal vez consuman opioides más fuertes de lo que el organismo está acostumbrado a consumir y podrían tener mayor probabilidad de sufrir una sobredosis. Para informarse más sobre la mezcla de fentanilo con otras drogas, visite la página Fentanyl (en inglés) de la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA).

¿Qué efecto tiene el fentanilo en el cerebro?

Al igual que la heroína, la morfina y otras drogas opioides, el fentanilo actúa uniéndose a los receptores opioides que se encuentran en áreas del cerebro que controlan el dolor y las emociones.8 Después de consumir opioides muchas veces, el cerebro se adapta a la droga y su sensibilidad disminuye, lo que hace que resulte difícil sentir placer con otra cosa que no sea la droga. Cuando una persona se vuelve adicta, la búsqueda y el consumo de la droga se apoderan de su vida.

Los efectos del fentanilo incluyen:

  • felicidad extrema, aletargamiento, náuseas
  • confusión, estreñimiento
  • sedación, problemas para respirar, pérdida del conocimiento

¿Es posible sufrir una sobredosis de fentanilo?

Sí, es posible sufrir una sobredosis de fentanilo. La sobredosis ocurre cuando una droga causa efectos secundarios graves y síntomas que ponen en peligro la vida. Cuando se produce una sobredosis de fentanilo, la respiración se puede hacer muy lenta o detenerse por completo. Esto puede reducir la cantidad de oxígeno que llega al cerebro, lo que se conoce como hipoxia. La hipoxia puede llevar a un estado de coma y causar daños permanentes en el cerebro; también puede causar la muerte.

¿Cómo se trata una sobredosis de fentanilo?

Como se mencionó anteriormente, muchos comerciantes de drogas mezclan el fentanilo, que es más económico, con otras drogas como heroína, cocaína, MDMA y metanfetamina para aumentar sus ganancias, por lo que con frecuencia es difícil saber cuál de las drogas causó la sobredosis. La naloxona es un medicamento que puede servir para contrarrestar una sobredosis de fentanilo si se administra inmediatamente. Este fármaco se adhiere con rapidez a los receptores opioides y bloquea los efectos de las drogas opioides. Pero el fentanilo es más potente que otros opioides, como la morfina, por ejemplo, y puede requerir varias dosis de naloxona. Por este motivo, si usted sospecha que alguien ha sufrido una sobredosis, lo más importante es llamar al 911 para que la persona pueda recibir atención médica inmediata. Una vez en el lugar, los paramédicos administrarán naloxona al paciente si sospechan que consumió alguna droga opioide.

La policía de Oakland, la ciudad vecina de San Francisco, ha informado este miércoles del hallazgo de seis kilos de fentanilo ocultos en un coche aparcado frente a una escuela secundaria. Dentro del automóvil, los agentes hallaron también 139.000 dólares y un paquete de heroína. El potente opiáceo, sin embargo, superaba por seis veces la cantidad de la droga, lo que refleja cómo esta sustancia ha inundado las calles de Estados Unidos y disparado las muertes de los usuarios. El decomiso es uno más entre las decenas de operaciones que diversas fuerzas del orden en Estados Unidos han emprendido en contra de esta droga sintética, responsable del 66% de muertes por sobredosis en la nación, de acuerdo a cifras oficiales publicadas esta mañana. Los fallecimientos por el uso de opioides sintéticos, principalmente el fentanilo (50 veces más potente que la heroína), pasaron de 58.000 en 2020 a 71.200 un año después, un incremento de 23%. Junto con las metanfetaminas, que provocaron 33.000 muertes en 2021, el 34%. Estas son las sustancias que más vidas cobraron el año pasado. Este miércoles, el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) reveló que 107.602 personas fallecieron por el abuso de sustancias, un incremento de 14,9% comparado al periodo anterior. A excepción de 2018, el número de muertes accidentales por sobredosis crece año con año. Desde el año 2000, hay más de un millón de víctimas.

“Nunca habíamos visto algo así”, ha señalado esta mañana Robert Anderson, el encargado de las estadísticas de mortalidad del CDC. El centro documentó en realidad 103.500 casos, pero advierte que este es un número provisional y que este crecerá en los próximos meses, una vez que los forenses confirmen algunas muertes bajo sospecha que están siendo revisadas. Daniel Ciccarone, un académico de la Universidad de California especializado en drogas, ha argumentado que el aumento de la oferta del fentanilo se debe, entre varios factores, a que su producción es más barata que la de la heroína. Así que la sustancia, un polvo blanco, ha sustituido a la heroína en tiempos de escasez. Su presencia no se limita a Estados Unidos, pues ha provocado muertes en varios países europeos, especialmente Estonia, Letonia y Suecia. Canadá también ha visto aumentar el número de sobredosis accidentales.

No hay quien se salve

El fentanilo ha dejado de ser un problema contenido en algunas zonas de Estados Unidos. Entre 2014 y 2017, provocó un gran número de muertes en el noroeste y medio oeste del país, principalmente blancos caucásicos. En 2017 y 2018, sin embargo, se extendió al oeste, donde cobró miles de víctimas, notablemente en San Francisco. Las comunidades negras y latinas también comenzaron a notar el incremento de muertes mientras aumentaba la oferta. China dejó de ser el principal exportador de esta sustancia, que es legal y es usada para disminuir el dolor crónico, por ejemplo, en pacientes de cáncer. México e India comenzaron a hacer envíos en forma de pastillas pasadas por contrabando.

Peor que un cáncer social

La epidemia de sobredosis provocada por el fentanilo no es solo obra del mercado ilegal. La farmacéutica Perdue Pharma, fabricante del opiaceo OxyContin, ha sido señalada como responsable de una serie de adicciones al promover la prescripción de la droga como analgésico. Esto originó una crisis de salud pública desde 2016. La empresa, propiedad de la familia Sackler, se declaró en bancarrota el año pasado después de que autoridades locales inundaran los tribunales con más de 2.600 demandas. A inicios de abril, la DEA, la agencia gubernamental antidrogas, alertó a los cuerpos de policía de todo elpaís de un incremento en el número de sobredosis masivas. “Solo en los últimos dos meses, ha habido siete, que han dejado 58 sobredosis y 29 muertes”, indicó Anne Milgram, la responsable de esa agencia. “El año pasado dejó más muertes por fentanilo que la suma de fallecidos por armas de fuego y por accidentes de coche”, añadió la funcionaria. Las autoridades han explicado que los traficantes de drogas están mezclando el fentanilo con otras sustancias como metanfetaminas o cocaína para enganchar más a sus clientes. Los agentes han hallado que aquellos que piensan estar consumiendo cocaína están en realidad tomando el potente opiáceo. Este también se ha encontrado en pastillas que imitan drogas de prescripción como OxyContin, Percocet, Xanax y Vicodin. “Todo esto está creando una terrible tendencia nacional donde muchas de las víctimas de sobredosis están muriendo porque están ingiriendo fentanilo sin saberlo”, afirmó la DEA. La agencia ha lanzado las alarmas para 2022, un año que puede profundizar una tendencia mortal que va a más.  En los últimos años estamos viendo en las Unidades de Dolor cómo aumenta el número de pacientes con abuso o mal uso de fentanilo en su presentación de liberación rápida. En un principio, estos fármacos se prescriben para intentar aliviar los episodios de dolor irruptivo dentro de los cuadros de dolor crónico oncológico. Sin embargo, recientemente la aparición del dolor irruptivo en el dolor crónico no oncológico (DCNO) tiende a ser considerado más bien como una forma de pseudoadicción o de infradosificación, recomendándose reevaluar al paciente para descartar una hiperalgesia por opioides frente a un problema de abuso, dependencia o adicción 1. El porcentaje de pacientes con dolor crónico que son adictos a opioides de prescripción varían ampliamente del 3 al 40 %. Además, el uso de fentanilo de liberación rápida (sublingual, comprimidos para chupar, película bucal, nasal) como medicación de rescate en el dolor crónico no oncológico se encuentra fuera de ficha técnica y carece de evidencia, asociándose con riesgo de tolerancia, escalada de dosis y uso inadecuado o adictivo 

La negación del adicto predomina el caso

La posibilidad de generar adicción en pacientes con dolor crónico no oncológico, que puede aparecer con más frecuencia que en pacientes con dolor oncológico, y la posible ineficacia del tratamiento del dolor irruptivo con fentanilo de liberación rápida, debe hacernos valorar la conveniencia de iniciar el tratamiento en aquellos pacientes vulnerables que puedan presentar alteraciones de personalidad, comorbilidad psiquiátrica, antecedentes de abuso de otras sustancias, con una historia clínica adecuada y utilizando herramientas de cribado validadas. Nos encontramos a los pacientes con esta problemática, bien en nuestra consulta diaria en la Unidad de Dolor, bien en las camas de hospitalización o en los servicios de urgencia. Estos pacientes se caracterizan por negar el problema alegando un dolor incoercible con otros tratamientos, múltiples consultas a médicos (en la atención ordinaria o urgente) con la intención de conseguir la prescripción de estos fármacos, escaladas de dosis e incumplimientos terapéuticos a pesar de los avisos, comportamientos agresivos demandando el fentanilo de liberación rápida y negación al cambio de tratamiento por inefectividad. Este problema de adicción a fentanilo de liberación rápida es tan emergente que aún no disponemos de cifras en España. La Food and Drug Administration (FDA) americana está llevando a cabo una serie de estrategias para evaluar y atenuar el abuso, sobredosis, adicción, mal uso y muerte por opioides (Opioid Drugs and Risk Evaluation and Mitigation Strategies o REMS para transmucosal immediate-release fentanyl o TIRF). El componente central de la REMS de opioides es un programa de educación para prescriptores, para que los opioides puedan ser prescritos de forma segura. La FDA espera que el prescriptor reciba una formación continuada acreditada que le capacite para una selección y control rigurosos de los pacientes y prescripciones adecuadas, así como un control en la distribución en farmacias y estrategias educacionales para los pacientes y profesionales.

Las drogas mortales del Diablo

Un adicto atrapado en las sustancias, difícilmente sale del hoyo, las drogas actuales, son altamente adictivas y peligrosas, no son suficientes los fondos, el adicto vive todo un calvario para rehabilitarse, que quede muy en claro, no estamos preparados, ni para la desintoxicación, ni rehabilitación, mucho menos para la readaptación social, en los gobiernos, lo que tenemos, son elefantes blancos que improvisan con campañas de prevención absurdas, las drogas están en las escuelas, los daños son irreversibles y las consecuencias mortales, tener un drogadicto en casa, es peor que una maldición, la familia, no quiere capacitarse, ni leer nada relacionado con la enfermedad, la verdad, estamos atrapados en un callejón sin  salida.- Sálvese el que pueda, sálvese el que quiera.- ernestosalayandia@gmail.com

Staff de Notiissa.mx

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