Aumenta Moody’s sustancialmente su previsión del PIB para 2021 a 5.5%

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Prevé que el apoyo del gobierno a Pemex para que cubra sus necesidades de financiamiento de 14 mil 700 millones de dólares, equivalentes a 1.2% del PIB estimado de 2021, aumentará el déficit fiscal.

El rebote económico más fuerte de lo esperado impulsado por un mayor crecimiento en Estados Unidos y el arrastre positivo por una fuerte demanda en ese país de exportaciones mexicanas llevó a la agencia calificadora Moody’s a mejorar significativamente la perspectiva de crecimiento del PIB para 2021 de 3.5% a 5.5%.

Un desempeño más fuerte de lo esperado en el último trimestre de 2020, cuando el PIB creció 3.1% en términos reales, aunado a una caída en todo el año de 8.3%, menor al 8.8% vaticinado por la calificadora, creará un arrastre positivo en 2021, elevando la tasa de crecimiento de este año, argumentó la agencia.

Moody’s también mejoró sus expectativas de crecimiento de la economía mexicana en 2022 a 2.6%, frente al 2% que pronosticó previamente.

Pero advirtió que, si bien esperan mayor crecimiento del PIB este y el próximo año, que implican un rebote en comparación con sus previsiones anteriores, el Producto no alcanzará su nivel de 2019 antes de finales de 2022.

La calificadora atribuyó por completo la mejora de expectativas para México al cambio de proyecciones para la economía de Estados Unidos, que se prevé crezca 4.7% en 2021 y 5% en 2022, por encima de sus previsiones anteriores de 4.2% y 3.9%, respectivamente.

Este cambio de señales de la economía estadounidense se debe sobre todo a un estímulo fiscal más extenso de lo proyectado y a la aplicación más rápida de lo previsto de la vacuna contra Covid-19.

Mayor crecimiento en Estados Unidos impulsará las exportaciones manufactureras de México, apuntalando el crecimiento económico en el contexto de un lento avance del consumo privado, contracción de la inversión y escaso gasto fiscal”.

Como resultado, añadió, el crecimiento económico en México será en “dos velocidades” en 2021, con los sectores vinculados a Estados Unidos expandiéndose a un ritmo más rápido que los impulsados ​​por demanda interna.

Una evidencia de ello, señaló, es que la producción manufacturera mexicana ya está alcanzando sus niveles pre pandemia y el valor de las exportaciones ya superó el nivel que tenían en 2019, y por el contrario la actividad minorista sigue por debajo de los niveles de 2019, y el consumo en bienes duraderos, como automóviles, es mucho menor que en 2019.

La demanda interna seguirá siendo baja debido a una inversión persistentemente débil, prevé Moody’s, al contraerse a 18% del PIB en 2020, después de que en 2018 representó 22%, y las expectativas es que continúe en lento descenso.

También afectará a la demanda interna un mercado laboral débil, con una tasa de desempleo que sigue estando por encima de los niveles de 2019 y una calidad del empleo aún rezagada: los subempleados representaron 14% de la población ocupada en diciembre, en comparación con un promedio de 7% en 2019, mientras que quienes ganan menos del doble del salario mínimo representan 60% de los empleados, frente a 51% del último trimestre de 2019.

El factor Pemex

Moody’s prevé que en 2021 el apoyo del gobierno a Pemex para cubrir sus necesidades de financiamiento será un impulsor clave del aumento del déficit fiscal, con requerimientos de la petrolera de 14 mil 700 millones de dólares, el equivalente a 1.2% del PIB estimado de 2021.

Este apoyo se sumará a la reducción de impuestos anunciada el año pasado y la transferencia presupuestada de 2 mil 300 millones de dólares para construir la Refinería de Dos Bocas”.

El gobierno mexicano ya anunció el 19 de febrero una nueva reducción de los impuestos de Pemex en 3 mil 500 millones de dólares, y según versiones de la prensa se está considerando una transferencia gubernamental adicional de mil 500 millones, lo que significaría cubrir 5 mil millones de los 14 mil 700 millones de dólares requeridos por la petrolera.

“Sin embargo, ese apoyo reduciría los ingresos del gobierno federal y aumentaría su déficit fiscal, salvo cualquier medida compensatoria”, apunta la calificadora.

Reconoce la posibilidad de que, como en 2020, el gobierno encuentre formas de apoyar a Pemex que eviten un aumento del déficit o el saldo de la deuda pública, pero añade que, en este momento, no anticipa grandes transacciones estructuradas similares a la ejecutada en noviembre pasado y, por lo tanto, esperamos que el apoyo relacionado con Pemex sea el principal contribuyente al déficit fiscal en 2021.

Por otro lado, será difícil para el gobierno replicar el fuerte desempeño de los ingresos observado en 2020, pese al repunte económico esperado, porque la recaudación de impuestos de 2021 reflejará el desempeño de 2020, por tanto, sería más débil que el desempeño de 2019, y porque los beneficios de hacer cumplir el cumplimiento tributario probablemente producirán rendimientos decrecientes.

Por lo que respecta a los ingresos no tributarios, es poco probable que sean tan altos como en 2020, cuando representaron más de 13% del total de ingresos del gobierno federal.

En 2020, los ingresos no tributarios incluyeron utilidades por coberturas de precios del petróleo, dada la importante caída de las cotizaciones, y retiros de varios fondos, incluido el de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), que proporcionó poco menos que 1% del PIB y ahora solo tiene un pequeño saldo.

La combinación de ingresos gubernamentales restringidos y la necesidad continua de apoyo de Pemex resultará en una ampliación del déficit al 4.1% del PIB en 2021”, expone Moody’s

Proyecta que la deuda pública estimada en 41.6% del PIB a fines de 2020 aumentará solo moderadamente hasta 42.5% en 2021.

“Esto es más bajo que nuestra estimación anterior del 46.9% del PIB”, concluyó la calificadora.

AN / ZR

Staff de Notiissa.mx

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