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Características de las personas empáticas
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La empatía es un constructo complejo y multifacético que hace referencia a la identificación intelectual y/o emocional con otra persona.
La empatía nos permite entender a otros desde su propia perspectiva, nos ayuda a no emplear nuestros juicios y opiniones personales. Es una forma de acercarnos a los demás, de conocerlos mejor.
Explicamos más sobre la Empatía en nuestro artículo: La Empatía y Sus Grandes Beneficios.
A continuación te presentamos los 10 rasgos característicos de las personas empáticas, sabemos que más de alguno logrará identificarse con ellos.
1. Eres una persona sensible
Las personas empáticas por lo general son más sensibles, ya que tienen la habilidad de entender por lo que están pasando otras personas, pero al mismo tiempo, se pueden sentir heridos con mucha facilidad. En ocasiones las personas pueden indicarte con frecuencia que eres alguien bastante susceptible.
2. Te quedas con las emociones de los demás
Al sentirte identificado con lo que les sucede a otros, por lo general, te puede ser difícil desprenderte de esos sentimientos, y puedes llegar a vivirlos como si fueran propios. En el caso de las emociones positivas eso resulta fantástico, sólo ten cuidado de no quedarte con lo negativo y con aquello que no te corresponde.
3. Eres intuitivo
Generalmente percibes a través de tu intuición y este sentido está sumamente desarrollado. Sueles darte cuenta que algo no anda bien con algún miembro de tu familia o con alguno de tus amigos, mucho antes que los demás. Y también tiendes a ofrecer tu ayuda cuando te das cuenta de ello.
4. Eres introvertido
No es una regla, sin embargo, contrario a lo que podría pensarse, las personas altamente empáticas tienden a ser más introvertidas que extrovertidas. Les gusta centrarse en sus pensamientos y sentimientos, al mismo tiempo que observan y perciben los de quienes les rodean.
5. Valoras tu tiempo a solas
A las personas empáticas no les da temor pasar tiempo consigo mismos, al contrario, disfrutan y valoran el tiempo de calidad a solas. La razón es principal es que, perciben este tiempo como indispensable para reflexionar sobre sí mismos y sobre lo que les rodea.
6. Eres presa fácil para las personas negativas
La misma capacidad de percibir el dolor ajeno y sentir a los otros, pone a las personas empáticas, en riesgo de quedar “presos” ante personas negativas. En su afán por ayudar a otros, pueden perderse a sí mismos. Así que es importante que la persona empática logre identificar a las personas negativas y establecer límites saludables con ellos.
7. Prefieres observar y escuchar antes que hablar
Identificarás a las personas empáticas por sus rasgos de observación y de escucha activa. Primero tienden a escuchar a quien tienen frente a ellos antes de hablar, cuando alguien necesita ayuda esta es su forma de apoyar. Regularmente no emiten juicios ni opiniones antes de escuchar tu parte. Por eso se dice que los amigos empáticos valen oro.
8. Disfrutas la naturaleza
La misma necesidad de sentir tu entorno te hace buscar el contacto con la naturaleza, eres una persona que necesita desconectarse del estrés de la vida cotidiana para volver a contactar contigo mismo y recargar fuerzas para continuar. Los lugares predilectos de las personas empáticas son los sitios naturales tranquilos y sin muchas personas.
9. Eres sobreprotector
El mismo interés por los otros, hace que las personas empáticas en muchas ocasiones se muestren sobreprotectoras con quienes les rodean. Continuamente están al pendiente de sus seres queridos y velan (en ocasiones en exceso) por el bienestar de ellos.
10. Eres sincero
Este rasgo es distintivo de las personas empáticas, ya que su preocupación por los demás es sincera, y su interés es genuino. Es por esto que las personas empáticas, son buscadas como primera opción cuando alguien tiene un problema, ya que saben que siempre contarán con ellas de forma real y sincera.
Las personas empáticas como podemos apreciarlo, tienen muchas virtudes, solamente tienen que ser cautelosas de no sobre involucrarse de más y aprender a establecer límites saludables con quienes les rodean, te esta manera estarán garantizando no solamente el bienestar de otros si no el propio.
Como bien lo dicen, si queremos ayudar a otros, primero tenemos que empezar por nosotros mismos.
Fuente: Todo mail
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