Prepara en casa tu propio enjuague bucal
Si te cepillas los dientes después de cada comida, sabrás que pasar la lengua sobre unos dientes limpios es algo muy satisfactorio. Pero a veces sentimos la necesidad de disfrutar de algunos aperitivos azucarados y estos son los momentos en que, precisamente, necesitas el bicarbonato de sodio y peróxido de hidrógeno.
Así que aquello que mantiene las heridas limpias y el refrigerador con un olor fresco también pueden hacer maravillas para tu boca. Este remedio es nuestro favorito porque se compone de productos comunes del hogar, fáciles de conseguir, baratos, y sin aditivos ocultos o químicos.
Para preparar tu propio enjuague bucal, necesitarás lo siguiente:
• 1 cucharada de bicarbonato de sodio
• ½ taza de sal
• ½ taza de peróxido de hidrógeno (1-3%)
• 1 taza de agua fría
• ½ taza de agua tibia
• Palillos
• Cepillo de dientes
Preparación:
1. Mezcla la sal y el bicarbonato de sodio en un recipiente pequeño.
2. Moja tu cepillo de dientes bajo un poco de agua tibia, luego gira las cerdas sobre la mezcla de bicarbonato de sodio-sal.
3. Cepíllate los dientes normalmente, y escupe la pasta cuando hayas terminado.
4. Ahora la mejor parte: ¡el enjuague bucal! Este paso es simple. Todo lo que necesitas hacer es combinar la ½ taza de peróxido de hidrógeno con la ½ taza de agua tibia, y enjuagar tu boca durante un minuto o dos.
5. Para eliminar la mayor cantidad de placa posible, usa un palillo en las áreas difíciles de alcanzar y enjuaga el exceso con un poco de agua fría.
Repite este procedimiento hasta dos veces por semana, pero recuerde que esta rutina dental no está destinada a reemplazar tu cepillado diario y el uso del hilo dental. Piensa en este método como una forma rápida, divertida y económica de hacer que la placa sea una cosa del pasado.
Fuente: Todo mail
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