«Todos a Votar»: Silvia Madrid A.

En esta época de consumismo, de avances tecnológicos, falta de valores, y de apariencias, pareciera que las cosas que valen la pena son las que nos cuestan más; independientemente si se trata de objetos materiales o logros y conquistas.

Así, preferimos gastar todo lo que tenemos o pedir prestado para comprar un boleto y acudir al concierto del grupo de moda, a una obra de teatro con los artistas televisivos de moda, y despreciamos las representaciones locales o los conciertos en las plazas porque como no cuesta, o son muy accesibles a los bolsillos y eso nos hace tener la errónea idea que no tienen calidad.

Esto viene a colación porque un logro de años de lucha, de manifestaciones, de exigir igualdad de derechos y de esfuerzos, es el ejercicio del voto femenino, conquistado apenas en el inicio de la segunda mitad del siglo pasado.

Todo lo que hay atrás de esta conquista lo hemos olvidado, no nos interesa, y ahora que podemos ejercer este derecho, simplemente lo despreciamos; y en este caso no sólo hablo de las electoras sino de los hombres que no acuden a ejercer la obligación y el derecho de elegir a sus gobernantes y representantes.

Incluso los hay que nunca han ido a votar, y han dejado que otros decidan por ellos. Cuando se les dice que tienen en sus manos una poderosa arma para cambiar el estado de cosas, los malos gobiernos, la corrupción, la impunidad y tantas fallas, simplemente lo ignoran.

El abstencionismo que se registra en las elecciones es de alrededor del 60 por ciento o más; el 60 por ciento de los chihuahuenses no acuden a las urnas porque piensan que su voto no es importante; eso dice una persona, pero si reunimos a esas miles de personas, es más de la mitad del padrón electoral; son muchos votos que “sí valen la pena, y mucho”.

Diversos sectores de la sociedad como el empresarial, el comercial y hasta la Iglesia tienen conciencia de la importancia del sufragio y exhortan a no dejar de emitir un voto razonado; esto es, pensar lo que realmente queremos, eligiendo a los candidatos que presenten propuestas factibles y no promesas populistas o irreales.

Pero no sólo hay que examinar lo que proponen, sino saber quiénes son, cuál es su trayectoria, experiencia, formación académica, pero sobre todo los valores que proyectan y practican, y además la ideología del partido que representan, los fundamentos de la institución que los respalda.

Son sólo unos minutos los que vamos a invertir en la casilla, pero los más importantes para los próximos años porque elegiremos a quienes nos den la seguridad que no tenemos desde hace muchos años, que trabajen para darnos  las oportunidades de empleo, de mejores servicios, de leyes justas y que se cumplan…

Recordar qué candidatos o qué partidos han incumplido sus promesas y de nueva cuenta están pidiendo la oportunidad de gobernar, y sobre todo quienes se ven involucrados en la guerra sucia que sin duda se incrementará en estos últimos días de campaña.

El decir: “para qué voto si todo seguirá igual” es menospreciarnos como ciudadanos, es no valorar el poder que tenemos en nuestras manos, porque en las urnas todos los votos son iguales, la única diferencia es que las personas que sí ejercen este deber y derecho cívicos tendrá también el poder de decidir, y decidirán por todos los que no votan.

Asumamos la responsabilidad de elegir a quienes pueden remediar los problemas que enfrentamos diariamente, seamos parte de la solución de los problemas, trabajemos por un mejor Chihuahua y sobre todo demos el ejemplo cívico a las nuevas generaciones; votar no es sólo parte de la democracia sino de la educación de las personas, así que demostremos que estamos avanzando y vayamos TODOS a votar.