¿Cómo evitar la parálisis facial?

La cercanía a una fuente de calor y luego la introducción repentina a un ambiente gélido conlleva el riesgo de sufrir una parálisis facial. La temporada de cambios bruscos de temperatura, como la que se vive actualmente en Chihuahua, es propicia para este padecimiento que cada persona puede asimilar de manera diferente y que puede tardar semanas, hasta meses, en desaparecer con terapia física y tratamiento médico.

Aunque no son casos muy frecuentes en la práctica clínica, pero especialistas de Pensiones Civiles del Estado consideran pertinente emitir recomendaciones para evitar la parálisis facial, por los frentes fríos que regularmente invaden el territorio estatal.

A pesar de las temperaturas extremas, mucha gente no acostumbra cubrirse la cara cuando sale a la calle después de permanecer en un calor intenso, por decir, pegado a la estufa o a un calentón durante cierto tiempo. Y es ahí donde existe el peligro de sufrir un embate directamente en la cara.

Generalmente, la parálisis dura algunos días o semanas. Se da en la mitad de la cara, afecta el ojo, la nariz y la comisura labial, lo que dificulta bastante proceso de masticar la comida. Puede afectar tanto el hemisferio izquierdo, como derecho del rostro, que, a raíz de la afectación, queda inexpresivo, irritado o con dificultad para cerrar el párpado y una desviación de la boca hacia el lado sano.

La recuperación de la parálisis facial es distinta en cada caso específico: con el mismo tratamiento los pacientes responden de manera diferente en cuanto al tiempo que se les manifiesta, la intensidad y la resolución. Algunas personas se quedan mucho tiempo paralizadas y esto puede estar vinculado a otros padecimientos como la diabetes o afectaciones neurológicas.

Para prevenir las parálisis faciales, se recomienda:

• Extremar cuidados al salir de un lugar caliente a uno muy frío
• Usar bufanda para cubrirse nariz y boca
• Respirar por la nariz y no por la boca
• Consumir líquidos en abundancia, frutas y verduras ricas en vitaminas C (guayaba, naranja, limón), para disminuir la posibilidad de afectación respiratoria.