“Si no Votas, no te Quejes”

Silvia Madrid.

Hace algunos años, hace algunos procesos electorales se escuchaba esa oración: “Si no votas, no te quejes”, dirigida a eso apáticos ciudadanos que cada vez engrosan más la cantidad de abstencionistas en este país.

Este recuerdo viene a colación por la reciente firma del convenio firmado entre la Presidencia Municipal de Chihuahua y el Instituto Estatal Electoral para fomentar la cultura cívica y la participación ciudadana desde tempranas edades.

Y es que falta esa cultura cívica y participativa que haga ver a esos abstencionistas la importancia de su voto como derecho y obligación; la responsabilidad que conlleva elegir a quienes nos gobiernan y quienes hacen y actualizan las leyes, fiscalizan y gestionan recursos, programas y servicios que mejoren la calidad de vida de sus representados.

El objetivo de ambas instancias es impulsar esa responsabilidad entre niños y jóvenes, adentrándolos poco a poco en estos procesos mediante juegos –y elecciones-. Sí, elecciones desde sus salones de clases; organizando y participando en la elección de sus compañeritos de aulas como jefes de grupo.

Así como los valores que regirán la vida de un ciudadano, se  inculcan en el seno familiar, así la educación cívica debería ser parte de esa formación, para el niño, adolescente y jóvenes vaya poco a poco conociendo y familiarizándose con ese derecho y obligación que deberá atender al cumplir los 18 años.

“Si no votas no te quejes”. Si no acudiste a las urnas no protestes ni opines de la situación que vives ahora debido a las malas decisiones de los gobernantes que otros eligieron por ti.

Que no hay empleo, no hay seguridad, la gasolina esta carísima, los precios suben cada vez más y lo constatamos cada vez que vamos al supermercado. Tú con tu voto pudiste haber hecho la diferencia.

De ahí la importancia de que niños y jóvenes tomen conciencia de la importancia de votar y participar en la vida pública del país; muchos de ellos serán los próximos políticos que conduzcan los destinos del país. Y qué mejor que tengan las bases suficientes para hacer un buen papel.

Estas acciones se deberían seguir en escuelas, clubes e instancias involucradas con niños y jóvenes, para que la cultura cívica y la participación sean parte de la formación de las nuevas generaciones.