¿Qué es una Adicción? Por: Ernesto Salayandía García

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Caras vemos, emociones no sabemos
Clemente, un chavo de 28 años, alto, ni gordo ni flaco, triste, muy triste, viviendo en blanco y negro, vino a mí en busca de ayuda, llegó cabizbajo, el cielo se le había venido encima, lloraba con dolor, con mucha tristeza, no encontraba la salida, dejé que soltara todo ese nudo que lo atormentaba, sufría porque finalmente su novia lo había tronado y no podía aceptarlo, no quería hacerse a la idea de vivir sin ella, sin emitir juicios, le ofrecí ayuda y le advertí.- Nadie va a hacer por ti, lo que tú tienes que hacer por ti mismo. El caso de Clemente, víctima de una relación enfermiza, destructiva, de un noviazgo posesivo, codependencia pura, enamoramiento pasional, mal correspondido, el mal de amores en vivo y a todo color, víctima también de una pareja dispareja que lo trataba con la punta del pie, grosera, soberbia, arrogante, indiferente, lo usaba como chofer, como facilitador para resolver sus pequeños y grandes problemas, lo trató durante más de 4 años con la punta del pie y a pesar de todo, Clemente lloraba como si se le fuera a acabar el mundo.

Amar con demasía, con obsesión, es lo de hoy
Hoy sé que pesa más una pena o un dolor por alguna causa emocional, que una situación económica, duele hasta los huesos cuando sufres de desamor, cuando sientes que no te quieren, que te odian, te repudian y sin duda, te sientes abandonado, traicionado, duele que te manden a volar y que no te den la oportunidad de reconciliar. Clemente, le escribió una carta.- Hola amor. Te escribo para lo mismo que te he escrito y dicho durante estos últimos días que ya no he estado a tu lado, que te extraño mucho y me duele no estar contigo, me duele en lo más profundo de mi ser, lo que me dijiste ayer, lo cargo en el alma, si tú ya no querías esta relación desde tiempo atrás, por qué no me lo hiciste saber en su momento, por qué esperar tanto tiempo dándome falsas esperanzas y al contrario me decías que yo ya lo sabía por la forma en que te portabas, dabas por hecho sin saber lo que yo realmente pensaba, lo que sentía dentro de mí, porque tontamente justificaba tus actos con “tal vez tuvo mal día”, o “anda demasiado preocupada”, “trae mucha presión en sus actividades” en fin, solo justificaciones teniendo la esperanza de que en el fondo todavía existiera ese grande amor que un día nos unió, que todavía hubiera esa alegría de estar conmigo, que esos momentos tan felices que pasábamos juntos se volvieran a repetir.

No hay peor ciego, como el que no quiere ver
¿Pero por qué así?, no entiendo, no es la forma, yo pensé que estabas de sangrona o no eran tus días, no que ya no querías estar a mi lado, me dices que si pensaba que íbamos a durar juntos siempre y pues no, porque no somos eternos pero sí el tiempo que Dios nos dé de vida, yo pienso que para eso es una relación para estar juntos no para estar solo un rato y a ver quién se aburre y ya deja al otro, me hubieras dicho eso al principio de la relación no ahora, que ya me duele mucho estar sin ti, me dices que me tienes rencor por la forma en que me porté por ese problema que tenemos pero por qué? Si tanto te afectó al grado de repudiarme así, por qué no lo hablaste para haberlo detenido, todo tiene solución para qué lo dejaste crecer? Si bien sabes que siempre te pregunté si estabas a gusto o no. Me duele mucho que me digas que conmigo estabas mal, siempre te traté bien nunca te hice cosas malas, siempre estuve contigo en todos tus problemas y solo por detalles que estaban mal que sí tenían solución pero nunca quisiste arreglarlos ni hacerle la lucha por lo menos, me dices que la gente nunca cambia y te contradices, tú has cambiado ahora. Me duele mucho que me digas que cartas y fotos de la relación solo sean objetos sin valor o simples fotos en todos estos 4 años, solamente simples fotos. En verdad no sé qué te pasó por qué te hiciste de esa manera, tan insensible – Me dices que no te importa como esté en este momento, si tomo pastillas para la depresión y pues estoy mal.

Al buen entendedor, pocas palabras o atole con el dedo
Mi intención ya sabes cuál era, de volver a comenzar desde el principio para arreglar esos errores que cometimos los dos, porque en verdad yo sí creo que eres la mujer de mi vida, así con todo y tus defectos, yo te amo. Lo que me dijiste ayer, no sé si en verdad fue cierto o solo para dejarme de una manera cruel y así ya no hablarte. De hecho ya no sé qué escribir, solo sé que esta carta es como las tantas que te escribí en estos últimos días, que ni siquiera te molestaste en leer y quedan en la nada, las tiraste, rompiste, no sé qué hiciste con ellas, al igual que todos los emails que te envié, esperando una respuesta, la cual nunca llegó. Mi gran error fue depositar en ti todo mi amor, respeto, tiempo, sueños, ilusiones, felicidad, por eso ahora que tomaste la decisión de que tu vida tome otro camino, me dejaste completamente vacío, porque todo lo mejor de mí se fue junto contigo, siento que al perderte a ti me perdí yo mismo. Si en algún momento te hice daño perdóname, tú sabes que no fue mi intención lastimarte, no te tengo rencor ni odio, gracias por todo y que siempre te vaya bien. Te Amo.

No hay mal que dure cien años, ni enfermo que los aguante
Felizmente y gracias a la capacitación emocional, Clemente salió adelante, su rostro cambió, reflejando brillo, la mirada triste caída, inexpresiva, igual cambió radicalmente, incluso su tono de voz, se tornó más firme, fuerte, claro, con alegría, vi grandes cambios, en su lenguaje facial y corporal, en sus actitudes, y ahora sé, que depende solamente de él y de nadie más, ya le compartí las herramientas y le di las claves de mi propia experiencia, ahora, solo depende de él y solo de él. Clemente, se hizo adicto al sufrimiento, adicto a la codependencia y al mal trato. Estamos hablando que una adicción, es una enfermedad física y psicoemocional, según la Organización Mundial de la Salud. En el sentido tradicional, es una dependencia hacia una sustancia, actividad o relación (codependencia). Está representada por los deseos que consumen los pensamientos y comportamientos (síndrome de abstinencia) del adicto, y éstos actúan en aquellas actividades diseñadas para conseguir la sensación y efecto deseado o para comprometerse en la actividad deseada (comportamientos adictivos). A diferencia de los simples hábitos o influencias consumistas, las adicciones son unas «dependencias» que traen consigo graves consecuencias en la vida real, que deterioran, afectan negativamente, y destruyen relaciones, salud (física y mental), además de la capacidad de funcionar de manera efectiva.

Cualquier adicción, te hace daño y daña a los demás
En la actualidad se acepta como adicción, cualquier actividad que el individuo no sea capaz de controlar, que lo lleve a conductas compulsivas y perjudique su calidad de vida, como por ejemplo puede ser al sexo, al juego (ludopatía), a la pornografía, a la televisión, a las nuevas tecnologías (tecnófila), a las mentiras, a la corrupción, a los atascamientos de comida y dulces, entre otros. Si no puedes con el cigarro, no podrás con nada en tu vida. En el mismo plano de las adicciones, se encuentra el alcoholismo, fármaco dependencia y adicción a las sustancias psicoactivas, que es un estado psicofisiológico causado por la interacción de un organismo vivo con un fármaco o sustancia, caracterizado por la modificación del comportamiento, a causa de un impulso irreprimible por consumir una droga o sustancia, no obstante esta es la definición puramente bioquímica.

De una adicción encadenas, otra y otras más
Muchos seres humanos están secuestrados por una o más adicciones, negados, sufriendo sin saber por qué, sin ver el mar de posibilidades que tienen para salir adelante y vivir con libertad, se hunden en depresión, conmiseración, culpa, se invaden del dolor y mantienen una mala comunicación con ellos mismos y con el mundo que los rodea, hay adictos a todo, a la computadora, al trabajo, a las relaciones enfermizas, al mal trato, a las depresiones, a los trastornos alimenticios, al gimnasio, a las mentiras, a vivir de fantasías, adictos al tabaco, alcohol y drogas, a la masturbación, a hacer trampa, adictos a matar y hacer daño a otros, adictos a robar; hay infinidad de personas adictas a un sin número de cosas que no saben ni de qué se trata esta enfermedad emocional, como el ser adictos a meterse en lo que no te importa, adictos al chisme, a la intriga, a descalificar a los demás, adictos pues a sufrir y a pasarla mal.

Las costumbres se hacen leyes, me hice adicto a mi celotipia infernal.
Yo soy un enfermo emocional, alcohólico y adicto, maniaco depresivo, celoso compulsivo, patológico, neurótico, codependiente, miedoso, acomplejado, yo estuve muerto en vida, atrapado sin salida, vivía para drogarme y me drogaba para vivir, al final de mi carrera adictiva, consumía al día, una botella diaria de vodka, entre 10 y 15 pases de cocaína, morfina sintética, me inyectaba tres miligramos por la mañana, al medio día y por la noche, me hice fármaco dependiente, adicto al Tafil, Lexotán, Rivotil y otros antidepresivos, fumé cerca de tres cajetillas al día, mis depresiones duraban cinco días o más, me hundí en mis adicciones, llegué a pesar menos de 50 kilos, me volví loco, loco con una paranoia impresionante, sentir y ver a dos tipos que caminaba por los ductos de los aires y que me querían matar, dormía con cuchillos; una noche que mi esposa vació la botella por el fregadero y me rompió el vaso que estaba tomando, corrí tras de ella y lleno de ira, la golpeé y traté de ahorcarla, de matarla, gracias a una fuerte mordida que me dio en la pierna derecha, la solté y ella corrió, de lo contrario, ahorita estaría yo en la cárcel.

Esta es una enfermedad muy cruel y de consecuencias severas.
Este texto, corresponde a la introducción de mi sexto libro, Tiempos de LUZ, es una aportación para la prevención, para evitar que la fábrica de adictos siga en producción ascendente, es un esfuerzo de información, orientación y sobretodo de concientización para todos, pensando en el martirio, en el sufrimiento que se causa un adicto a sí mismo y a su familia, adicto al juego, al sexo, al sufrimiento, al alcohol, a las drogas, adicto a diversas causas; el caso es que todos sufren y se puede evitar llegar a esos fondos de dolor, y ese es el objetivo de mis libros y mis servicios, que evites tocar fondos, por desgracia, de eso se trata, hay que tocar fondos para tomar conciencia y hacerte responsable de tus emociones. Presento este esfuerzo deseando te sea útil para ti, para tus hijos, para tu pareja, para todo aquel que esté sufriendo por la esclavitud que te causa una adicción, hoy soy libre de sufrimiento y de adicciones, sí se puede vivir en armonía, con alegría y con una actitud positiva.- Cualquiera que quiera, ahí no se queda.

La recuperación sí es posible cuando hay fuerza interior
Caer en una adicción es muy fácil, el primer cigarro, la primera borrachera, las drogas, las pastillas por prescripción médica, a los casinos, hacerse adicto al trabajo, a la computadora, al sexo, a tantas cosas, sin duda, el inicio es sencillo, lo difícil es salir de ello, conozco a muchos adictos, alcohólicos, maniaco depresivos, víctimas de bulimia, anorexia, obesidad, infinidad de enfermos emocionales que no quieren dar el primer paso, que es aceptar su enfermedad, no tienen deseos de romper con su dependencia a las sustancias o a sus patrones de conducta equivocados, muchos alcohólicos entran en la abstinencia, pero caen en borrachera seca, otros tapan la botella y destapan el Tafil, muchos más sustituyen una adicción por otra y es el cuento de nunca acabar; cuando no se quiere, no hay poder humano que te saque de ahí, yo hablo de mi propia experiencia, me negué a mi alcoholismo, a que soy cocainómano, fármaco dependiente, fumador compulsivo, maniaco depresivo y tantas cosas más, he podido desprenderme de muchas de mis adicciones, gracias a mi fuerza interior, a mi constancia, a mi presencia en grupos de auto ayuda, en dar el mensaje en colonias, escuelas, auditorios, cárceles, teatros, en la televisión, y por supuesto en periódicos impresos y digitales, he podido porque sigo en la búsqueda de mí mismo, porque no quiero ser mediocre, no lo soy, y sé que hechos son amores y no buenas razones. Que te quede claro, esta enfermedad, es perra, una enfermedad perra, maldita perversa del alma, es genética, progresiva e incurable, no solo es alcohol y drogas.- Mis libros son muy útiles para informarte, orientarte y concientizarte Como siempre a tus órdenes ernestosalayandia@gmail.com Búscame en Facebook, en Twitter @teo_luna

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Staff de Notiissa.mx

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