Buscan Fomentar el uso de la Bicicleta Desde el Escritorio

Apenas la semana pasada se realizó en esta capital un taller con el fin de fomentar el uso de la bicicleta e implementar programas y políticas públicas para impulsar este medio de transporte amigable con el medio ambiente y la salud, pues no contamina y equivale a constante actividad física contra el sobrepeso y la obesidad, males de la actual sociedad cómoda y sedentaria.

Las pláticas a cargo de destacados profesionales en materia de vialidad y transporte alternativo e integrantes de un instituto holandés, estuvieron dirigidas a quienes tienen el poder de decisión desde los gobierno; pero las conclusiones y buenas ideas estarán destinadas al fracaso mientras se realicen políticas públicas y programas sin consultar a quienes viven día a día estas situaciones, y mientras los que implementen estas acciones lo hagan desde el escritorio, ajenos completamente a los problemas que afectan a los usuarios de transporte.

Esto sucedió con el nuevo transporte público que a dos años de haber iniciado aún tiene problemas como tardanza en las rutas alimentadoras, robo de crédito de tarjetas; los usuarios en vez de un camión ahora deben tomar dos o tres, y otras molestias más, sin contar los contratiempos para quienes no usan el nuevo sistema de transporte pero se ven afectados, como los guiadores que padecen inmersos en un tráfico lento debido a la reducción de carriles y los incontables semáforos en las vías rápidas, lo que trae consigo más gasto de combustible y contaminación.

A la par de este nuevo sistema de transporte se trató de implementar las ciclovías o rutas para las bicicletas, para lo cual se destinaron pequeños tramos de carriles que no llevan a ninguna parte y por lo tanto están obsoletos en diversas vialidades, incluyendo el centro de la ciudad. Y todo por estar mal diseñadas las mencionadas rutas, desde un escritorio.

Por mencionar dos ejemplos: la ruta para bicicletas en el centro de la ciudad va de la Aldama a la Ojinaga sobre la Neri Santos –una cuadrada de longitud- y otra en la División del Norte, de la Universidad hacia San Felipe con dos cuadras de largo. Así quienes deseen usar su biciclo irán por una o dos cuadras de ruta y luego deberán cargar su unidad hasta encontrar otro tramo de ciclovía, o bien exponerse a utilizar los carriles de los autos con la posibilidad de sufrir un accidente.

El objetivo de este taller de transporte alternativo es fomentar el uso de la bicicleta en una ciudad hostil a los biciclos y motocicletas, y donde aumenta el número de vehículos automotores ante el fracaso del vivebus. Se recordará que el propósito del nuevo sistema de transporte era reducir el parque vehicular porque la población optaría por utilizar el camión, pero ante las múltiples fallas de éste, las personas vieron la comodidad, rapidez y economía de sus autos, y quienes no tenía uno hicieron esfuerzos por conseguirlo “mejor adquirir un auto antes que ser usuario del nuevo camión”.

Por si los problemas fueran pocos, ahora se trabaja en el diseño de la nueva ruta oriente-occidente del nuevo transporte, que iría por el periférico De la Juventud, lo que convertiría esta vía rápida en una zona de conflictos vehiculares como sucedió con las avenidas Vallarta, Universidad y Ocampo. Se pretende implementar la segunda etapa del vivebus sin resolver los problemas que aún existen en la primera.

Volviendo al proyecto de las ciclovías; durante la administración municipal 2001-2004 se impulsó el uso de la bicicleta cerrando importantes vialidades para que fueran utilizadas únicamente por ciclistas, los domingos de 8 de la mañana a 12 del día. Familias enteras recorrían de manera segura kilómetros desde la avenida Dostoievski y Sosa Vera hasta la Universidad y Américas, conviviendo y ejercitándose al menos una vez a la semana durante 4 horas.

Pero cada administración desecha las buenas ideas de sus antecesores –y más si son de otro partido- por lo que este programa fue eliminado desde un escritorio. Sería interesante que se retomara como un “ensayo” antes de implementar las ciclovías.

A menos que haya una verdadera consulta popular y el proyecto sea elaborado, diseñado y puesto en operación por conocedores en la materia, podrá ser beneficioso para mucha gente que con gusto optaría por la bicicleta si se garantizara su seguridad; de lo contrario estará destinado al fracaso.