Funcionarios que no Funcionan

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Según la Real Academia de la Lengua Castellana, el concepto “funcionar” significa: “ejecutar las funciones que le son propias”.

Antes de convertirse en funcionarios de estado, municipio, federación, o ser parte de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, mostraron su mejor cara y sus amables sonrisas en las campañas políticas, buscando ser los funcionarios públicos que necesita la sociedad, empeñan su palabra de trabajar por la población y realizar una administración de puertas abiertas.

Promesas de campaña que en eso se quedan: como si temieran asumir sus responsabilidades, todos los funcionarios, desde la cabeza hasta tercer o cuarto nivel, piensan trabajar delegando funciones, es decir: que otros hagan lo que el funcionario titular de un área debe realizar, y es una cadena de irresponsabilidades que incluye hasta asistentes, secretarias y demás dependientes. Y si en algún momento, le dicen a alguien de su personal que atienda a las personas, son los que no tienen atribuciones para tomar decisiones y resolver problemas. Así de simple para ellos.

Es un peregrinar de las personas que acuden a tratar de arreglar algún asunto porque siempre son remitidos con la asistente o secretaria, con el pretexto de que el funcionario no puede recibirles por falta de tiempo, por agenda o simplemente porque no quiere.

Dichos funcionarios deben ser conscientes de que estas actitudes abonan a la tramitología burocrática lenta que tanto lastima a la gente, que tiene que padecer pérdida de tiempo en acudir al lugar para finalmente no resolver su problema al no ser atendido por el “servidor” público que tiene la capacidad de tomar decisiones.

Y ya no hablar de que estas vueltas en vano a las oficinas gubernamentales que son una pérdida de tiempo, por la falta de responsabilidad y disposición de quien podría atender y resolver en la primera visita.

Un buen funcionario, que se precie de serlo, deberá tomar en cuenta estas reflexiones y dar la cara para solucionar el asunto sin darle vueltas, evitando con esto molestias a los desafortunados ciudadanos que acuden en su ayuda.

Deben recordar que están en ese lugar gracias a los impuestos de esos ciudadanos a quienes están obligados a servir.

La ciudad sería diferente si todos los funcionarios  se hicieran cargo de su agenda de atención ciudadana para que conozcan a la gente que representan.

Staff de Notiissa.mx

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